El reconocimiento de deuda con la anterior adjudicataria del
servicio de limpieza de los edificios municipales, Limpiasol,
que anteayer hizo en Consejo de Gobierno extraordinario el
Ejecutivo de Juan Vivas sirvió ayer a Ramírez y Ali para
volver a poner en solfa su “mala gestión”.
Si ayer fue el líder de la UDCE quien cargó contra el
Gobierno del PP por el “paupérrimo” estado de las arcas
municipales ayer fue Ramírez quien tomo el testigo para
denunciar la “desvergüenza” y la “falta de seriedad y rigor”
del Ejecutivo ceutí, a quien acusó de mantener a la empresa
trabajando para la Administración desde febrero sin
contrato.
“Las irregularidades se acumulan de una forma muy parecida a
como actuaba el GIL”, comparó la portavoz socialista, quien
volvió a alegrarse de que los trabajadores hayan podido
cobrar sus nóminas, que la empresa había amenazado con
suspender el miércoles, pero atacó al Gobierno del PP por
“cargar al erario público un nuevo caso de mala gestión y
falta de previsión con otro reconocimiento de deuda que a su
vez exigirá la concertación de otro crédito y del pago de
los consiguientes intereses bancarios”.
Urbaser, precedente
Por su parte, Ali subrayó ayer que cuando la Ciudad
intervino en la negociación del convenio colectivo del
sector de la limpieza asumiendo el pago de varios extras que
debía abonar Urbaser a sus trabajadores “ya dijimos que se
sentaba un peligroso precedente del que ahora estamos
conociendo sus consecuencias”.
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