Ha estado en Ceuta Antonio Sampietro para presentar su
libro, en el que hace referencia a su etapa como Presidente
de la Ciudad.
En un programa de una cadena de televisión local, fue
preguntado por su relación con los medios de comunicación
durante esa etapa de principal regidor y el hombre contestó
con absoluta sinceridad: Muy buena con todos, excepto uno,
El Pueblo de Ceuta, al que acusó de haber sido un azote
permanente para él.
La memoria en Ceuta suele ser frágil, sobre todo la de
quienes circunstancialmente ocupan puestos de
responsabilidad, pero las palabras de Sampietro se ajustan
por completo a los hechos de hace pocos años, cuando El
Pueblo de Ceuta, en la más absoluta soledad, frente al
indecente alineamiento del autoproclamado primer periódico
de Ceuta con el indecente gobierno del GIL capitaneado por
Sampietro, se mantuvo firme en la defensa del interés
general de Ceuta, con el consiguiente boicot de aquel
gobierno, mientras el amo del cabezón se comía los mocos con
el GIL y también se comía los duros que a cambio de ingerir
tanta inmundicia recibía como premio.
Oír a Sampietro todavía hoy da nauseas, incapaz de asumir
ninguna responsabilidad, ni de reconocer ninguna culpa, pero
ha aprovechado su presencia en antena para soltarle algunas
puyitas a Vivas, afirmando que Urbaser pagó el voto de Aída
Piedra que facilitó la moción de censura contra él. Para
haber sido sincero del todo nos debería haber contado
también sus años de amoríos con aquella joven, lo cual fue
sin duda, al final, la causa de su perdición y, tal vez,
hasta de su infarto. En fin, que sigue sonando todo a
despecho, excepto lo de que en el Gobierno de Vivas hay
bastantes personas que también ocuparon cargos en el suyo,
en el del GIL y, la verdad y sin que nadie se ofenda, que es
que eso es radicalmente cierto. Será porque valen mucho.
Pero respecto de su desprecio, cuando mandaba, al diario El
Pueblo de Ceuta y de cómo este le sometía a un control
permanente, es de agradecer su sinceridad, porque pasado el
tiempo, todos los empresarios mediáticos pelotas del
expresidente, le habrán dicho a Vivas poco menos que él está
ahí gracias a sus esfuerzos por echar al GIL. Y lo cierto es
que si se analiza el comportamiento posterior del Gobierno
Vivas respecto de quienes poseen o dirigen medios de
comunicación, puede hasta dar la impresión de que eso es
así, por aquello, además de que la memoria es frágil y los
intereses cambiantes como el viento en Ceuta.
Pero ha surgido un testigo imposible de rebatir: D. Antonio
Sampietro Casarramona, expresidente de Ceuta y, para más
INRI de algunos, lo ha dicho en la tele y lo hemos visto
todos.
Gracias Presidente.
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