El libro del gusto está en blanco
y, por tanto, cada uno puede escribir en sus páginas lo que
mejor le plazca referente a su gusto o sea lo que más le
gusta. Hay a quienes les gusta el fútbol, a otros le gustan
los toros, patinar, ciclismo, boxeo o escalar montañas. En
fin infinidad de cosas que a unos les gustan y a otros no.
Por eso decimos que el libro del gusto está en blanco y,
cada uno, puede escribir en él lo que más le guste.
Lo que no quiere decir que por que a mí no me guste un
deporte, pongamos el boxeo, tengo que ir contra todos
aquellos que les gusta. La solución es bien fácil, con no ir
a ver ningún combate asunto solucionado.
Por supuesto que no tengo por qué colgarme de la puerta
principal de la sala de boxeo, ni fotografiarme en pelotas
para protestar por que haya combate de boxeos. El respeto
por los demás empieza por el respeto hacia uno mismo, sino
se respetan los deseos o aficiones de los demás, poco o nada
podemos respetarnos nosotros mismos.
Hace unos días, cuatro personas se colgaron de la puerta
principal de la plaza de toros de Madrid para, de esa forma,
protestar por las corridas de toros que, según ellos,
deberían desparecer.
Me imagino que esto lo hacen por su amor a los animales,
incluso a los que se cuelgan, los monos se cuelgan de los
árboles, queriendo evitar el sufrimiento que puedan padecer
en la plaza. Que digo yo, si es que se puede decir algo,
sería mejor que todos estos señores, se fueran a defender la
matanza de las focas a palos y, ahí, en esa forma de
matarlas para no estropear su piel, si que tienen que sufrir
los pobres animales.
Pero no, allí, no irán a enfrentarse a esos cafres por lo
que les pueda pasar. Es mucho mejor manifestarse aquí, en
España, que con toda seguridad no les va a pasar nada. Es
así de fácil, es así de sencillo, por eso no creo en las
protesta de estas personas. De la misma manera que no creo,
en muchos de esos que tanto defienden los derechos humanos,
pero que cuando va a morir una criatura lapidada, no forman
un cordón humano y se ponen delante de ella para salvarla.
No, no se preocupen, no irán a esos países a jugarse el
físico. Otra cosa diferente es sacar pecho en España en
defensa de los derechos humanos.
Alaska la cantante que quizás más destacó en la movida
madrileña, se ha fotografiado en pelota con unas banderillas
sobre sus espaldas para, de esa forma, protestar contra las
corridas de toro. A mí, personalmente y en persona, no me
gustan las corridas de toro, pero, desde luego, no me
manifiesto para que las quiten y dejen de verlas todos
aquellos a los que les gusta los toros. Con no ir a ninguna
corrida, ya es bastante.
Soy defensor de los animales, pero de todos los animales. Lo
que no me parece normal que se opongan a las corridas de
toros y, después, se lleven sobre sus espaldas abrigos de
pieles, entre ellas de visón o de algunas de esas focas que
han tenido que soportar el tremendo dolor de ser muertas a
palos, para que las señoras luzcan sobre sus hombros sus
pieles sin estropear. Mandan… todos estos defensores de los
animales, menos las pieles para las señoras.
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