La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede
en Ceuta ha absuelto al ex delegado del Gobierno en la
ciudad, Luis Vicente Moro, y al ex consejero de Gobernación
de la Ciudad Autónoma, Antonio Francia, de los delitos
continuados de prevaricación y detención ilegal que se
imputaban a ambos por la acusación particular (la APDHA) al
entender que no ha quedado probado que fueran conscientes de
actuar al margen de la ley.
El ex delegado del Gobierno en Ceuta Luis Vicente Moro y el
ex consejero de Gobernación de la Ciudad Autónoma Antonio
Francia han sido absueltos por la Sección VI de la Audiencia
Provincial con sede en Ceuta de los delitos continuados de
prevaricación y detención ilegal que imputaba a ambos en su
acusación la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA),
aunque en su sentencia la Audiencia deja claro que dado que
la actividad probatoria se centró “sólo en la forma en la
que se procedía a la aprehensión y repatriación de los
menores” y no “en la conducta concreta de los acusados” la
Sala no ha llegado a conocer “qué sucedió realmente”. No
puede descatarse, concluye el auto firmado anteayer y cuyo
contenido adelantó la misma noche del miércoles Ceuta TV en
sus informativos, “que, aún teniendo conocimiento de
aquellas [la aprehensión y repatriación], aún fundándose en
la imposibilidad de atajar el problema que suponía,
simplemente permitiesen que se siguiera actuando como venía
haciéndose tiempos atrás”.
La Audiencia ha resuelto así la acusación que pesaba sobre
ambos por permitir, según decía la APDHA, que los policías
locals y el grupo “parapolicial” de Agentes de Atención
Directa interceptasen a menores extranjeros por la calle y
los entregasen sin mayores miramientos a Marruecos,
actuación que para la acusación “infringiría las normativas
interna e internacional sobre menores desamparados”.
El Tribunal ha entendido, sin embargo, como hecho probado,
que desde “varias décadas” antes de que Moro y Francia
llegaen a sus cargos los menores que se hallaban en Ceuta
“eran devueltos a Marruecos a través del Tarajal”. Al menos
desde 1987, dice la sentencia, “esta operación se realizaba
conforme a una práctica uniforme de la que Moro no supo
hasta “escasas fechas” después de llegar a la Delegación,
como Francia.
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