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El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta se ganó ayer de
nuevo las críticas más agrias de la oposición después de
realizar un reconocimiento de deuda ayer en una sesión
extraordinaria y monográfica de Consejo de Gobierno para
pagar a la anterior concesionaria del servicio de limpieza
de los edificios municipales, Limpiasol, un montante que
oscila, según la fuente consultada, entre 130.000 y 330.000
euros.
El Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Ceuta que preside Juan
Vivas aprobó ayer a mediodía en una sesión extraordinaria de
su Consejo de Gobierno la concertación de una operación
crediticia con el aval de Intervención pero aún no de la
Secretaría General de la Asamblea para saldar la deuda que
tiene pendiente con la anterior adjudicataria del servicio
de limpieza de la Administración local, Limpiasol, en la que
el miércoles UGT había convocado una huelga indefinida de
inicio inmediato tras negarse la empresa a abonar la nómina
de mayo a 16 empleados y anunciar que tampoco pagaría la de
junio, paro que desactivó dos horas después al obtener
“garantías” de pago de la empresa.
La reunión del Consejo apenas se prolongó cinco minutos y
trató únicamente el reconocimiento de una deuda superior a
330.000 euros [130.000 según fuentes cercanas al Ejecutivo
ceutí] con la empresa, cuya plantilla había anunciado una
concentración esta mañana ante el Palacio autonómico que
finalmente no llegó a realizarse.
Fuentes de UGT informaron, por su parte, de que el montante
en conceptos de sueldos que Limpiasol debe a la parte de su
plantilla que se dedicaba a la limpieza de los edificios
municipales ronda los 130.000 euros. La Ciudad no renovó
recientemente a Limpiasol, empresa asentada en Andalucía y
Ceuta, su contrato, que fue adjudicado a Trinitas.
El líder de la oposición en la Asamblea, Mohamed Ali (UDCE-IU),
culpó al Ejecutivo ceutí del “paupérrimo estado” de las
Arcas municipales con sus “despilfarros” y acusó al Gobierno
de Vivas de “asfixiar” a los ciudadanos con aumentos de las
tasas impositivas y “no hacer nada positivo para atajar la
galopante crisis económica que padece Ceuta”.
“El Gobierno del PP ha tomado el peligrosísimo camino de
asumir un día sí y otro también con dinero público cargas
propias de algunas empresas privadas como Urbaser mientras
no es capaz de mantener al día sus pagos con otras
concesionarios de servicios públicos, con el consiguiente
perjuicio para sus trabajadores”, lamentó Ali.
Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, Inmaculada Ramírez, se preguntó “cómo es posible
que la Ciudad tenga la desvergüenza de asegurar que cierra
los ejercicios con superávit si no paga a las empresas que
contrata”.
“Nos alegramos de que la plantilla de Limpiasol haya podido
percibir lo que en justicia le correspondía”, dijo en primer
lugar la portavoz socialista, que no obstante señaló que
“eso no es óbice para denunciar la gestión del Gobierno del
PP, que volverá a pedir un crédito, dilapidando dinero
público en intereses, mientras ya nadie se cree la buena
salud de sus cuentas, cuyo escandaloso estado ojalá no acabe
por afectar al cobro de las nóminas de los propios
funcionarios”.
Tres huelgas ‘frenadas’
La Ciudad Autónoma de Ceuta ha evitado durante los últimos
dos meses tres huelgas en otras tantas adjudicatarias de
servicios municipales de limpieza con su mediación o
intervención económica directa a pesar de las críticas de
los grupos de la oposición (UDCE-IU y PSOE), que en Semana
Santa pasada, cuando el Comité de Eempresa encargada de la
limpieza pública, Urbaser, amenazó con una huelga a partir
de Jueves Santo advirtió al Gobierno local de que creaba un
“peligroso precedente” al asumir parte de la subida salarial
por encima del IPC que reclamaban los sindicatos.
Esta misma semana UGT anunció una huelga que debía haber
comenzado hoy en la empresa concesionaria de la limpieza de
la red de saneamiento, ImesApi, paro que fue suspendido tras
lograr la consejera de Medio Ambiente que la adjudicataria
extendiese a toda su plantilla la posibilidad de hacer turno
intensivo en horario de mañana durante el verano.
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OPOSICIÓN
