El segundo día de las ‘VI Jornadas sobre el Medio Natural de
Ceuta y su Entorno’, organizadas por el Instituto de
Estudios Ceutíes en el salón de actos del Palacio de la
Asamblea, giró en torno a la invasión biológica de los
ecosistemas por parte de ejemplares foráneos de flora y
fauna. Se habló además sobre la diversidad de los desiertos.
El investigador y biólogo Bernardo Ziletti llegó a España
hace “unos doce años” para trabajar con el Grupo
Especialista de Invasiones Biológicas (GEIB), ocupándose de
temas relacionados con la prevención de especies exóticas
invasoras y el diseño de políticas de protección tras su
paso por el Consejo de Europa y del Ministerio de Medio
Ambiente. El motivo que le trajo ayer como ponente a las ‘VI
Jornadas sobre el Medio Natural de Ceuta y su Entorno’ es la
“necesaria llamada de atención” sobre el fenómeno de la
invasión biólogica, aquel en que una especie exótica, tanto
de fauna como de flora, “expande su área de distribución en
un hábitat que no es el suyo”, y que puede llevar a la
desaparición de especies autóctonas de la región.
Concretamente, en el caso de Ceuta el eucalipto ha causado
estragos. Según este investigador, este árbol “ha colonizado
amplias zonas” en los montes de influencia ceutí
“desplazando a los tradicionales alcornoques, que son más de
aquí”. Zilletti agregó que “a esta labor de desplazamiento
biológico también ha contribuido la acacia”.
Para contrarrestar esta “invasión biológica en los
ecosistemas naturales”, Bernardo Zilletti propone endurecer
y aplicar con rigor el actual corpus normativo, como la
joven Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la
Biodiversidad, que “prevé intensificar la seguridad en zonas
transfronterizas” para evitar que entren en Ceuta tanto
animales exógenos como plantas que no se correspondan con
este hábitat. Zilletti advirtió que la ‘Limonium Emarginatum’,
más conocida como ‘Siempreviva del Estrecho’ y que tiene en
el enclave de Ceuta su mayor presencia, “está siendo
desplazado agresivamente por el Carpobrotus”, popularmente
conocido como ‘uña de gato’.
La riqueza de los desiertos
Al contrario de lo que pueda pensarse, las zonas desérticas
no son ecosistemas estériles y sin vida, sino que “están
dotados de una riqueza y diversidad en fauna y flora
impensable”. Según Francisco Sánchez Piñeiro, doctor en
Biología por la Universidad de Granada, las zonas desérticas
del sur peninsular y del norte del Magreb cuentan con una
“casi inclasificable dotación de especies”.
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