El Gobierno de la Nación ha
acordado ampliar a 1.352 personas, en lugar de las 888
trabajadores del pasado año, las contrataciones dentro de un
Plan de Empleo especial que se pondrá en marcha en Ceuta a
finales de este año para reducir su alta tasa de paro. Esa
es la idea.
El representante de la Administración General del Estado en
Ceuta, José Fernández Chacón, ha explicado en rueda de
prensa que esta ampliación del número de contratados supone
una medida social que beneficia a las clases más
desfavorecidas ya que se dará trabajo a 464 trabajadores más
que el año pasado. Chacón ha tomado como primera medida de
peso el respaldo a los parados ante la altísima tasa de
desempleados existente en la ciudad. Y, además, con una
medida alejada del famoso ‘enchufismo’.
La novedad de este año, sin prejuzgar actuaciones
anteriores, será la creación de dos comisiones de control
para que las contrataciones sean transparentes y que exista
un control máximo para el rigor.
El plan, con una duración de seis meses y cuya fecha de
inicio oficial no está todavía determinada, dispondrá de la
contratación de 1.052 peones, una cifra que denota el
aspecto social del plan para dar oportunidad en el mercado
laboral a los menos cualificados, que difícilmente
accederían a un puesto de trabajo. Sobre todo ahora en mitad
de una de las peores crisis que afecta al sector de la
construcción fundamentalmente y que, poco a poco, se
extiende a otros en la ciudad.
Será un plan extremadamente social porque se reservarán 73
plazas para mujeres víctimas de violencia de género, otras
40 para ex toxicómanos en fase de rehabilitación y 40 plazas
para reclusos en régimen de tercer grado.
Muchos de los ciudadanos que se beneficien de su inclusión
en el Plan de Empleo verán por vez primera su incursión en
el mundo laboral, lo que da idea de la necesidad entre la
mano de obra no cualificada en Ceuta que cuenta con una
bolsa excesivamente alta. A priori la extensión social del
Plan parece adecuada y necesaria.
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