Un nuevo remolcador surca desde el pasado viernes las aguas
del Estrecho con el fin de actuar en caso de accidentes
marítimos, ya que está dotado de una novedosa tecnología
para recuperar vertidos de fuel, asistir a buques que hayan
naufragado y auxiliar a embarcaciones desasistidas en alta
mar. Se trata del ‘María Zambrano’, botado por Fomento, con
base en Cádiz y que se acercará a Ceuta en caso de
emergencia.
Salvamento Marítimo, institución dependiente del Ministerio
de Fomento, incorporó a su flota el pasado viernes el
remolcador ‘María Zambrano’, de nueva construcción y en
propiedad. Este barco tendrá su base habitual en Cádiz y
cubrirá la zona marítima comprendida entre el Estrecho y
Punta Umbría, y “se acercará a Ceuta cuando ocurra algún
tipo de catástrofe como la vivida en noviembre con el ‘Al
Zahraa’, que naufragó junto a los islotes de Santa
Catalina”, según informaron fuentes de Marina Mercante. Sus
principales funciones giran en torno al remolque de buques
con problemas, la lucha contra incendios en alta mar, contra
la contaminación marina y el salvamento de la tripulación de
una embarcación en caso de naufragio.
Según las citadas fuentes, este nuevo buque, recién salido
del astillero, está dotado con los “más sofisticados
sistemas de navegación y comunicaciones”. Su envergadura
asciende a unos 39,70 metros de eslora - la mitad que la del
‘Miguel de Cervantes’- y posee una autonomía de navegación
de 6.000 millas a velocidad de crucero.
En cuanto a su morfología, el ‘María Zambrano’ está dotado a
cada banda con un brazo articulado que porta bombas
extractoras, capaz de descender sobre las aguas y que recoge
el crudo mientras el barco navega a un nudo de velocidad. Al
tiempo, puede desplegar barreras flotantes autohinchables
que cercan la mancha antes de atraerla a bordo. Además, está
equipado con una novedad tecnológica en labores de
extracción de vertidos: el ‘skimmer’, un ingenio flotante
dirigido por radio y dotado de aspiradores que succionan el
hidrocarburo. Este artilugio cuenta con dos depósitos, de
1.749 metros cúbicos de capacidad para contener el fuel
capturado, y que cuenta con serpentines para calentar el
crudo y, de esta forma, facilitar su descarga. Además,
cuenta con un sistema contraincendios compuesto por dos
cañones a presión, capaces de lanzar 2.400 metros cúbicos de
agua por hora.
Esta nueva unidad se incorporó a través del Plan Nacional de
Salvamento 2006-2009, que alcanza una dotación total que
supera los 1.023 millones de euros.
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