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OPINIÓN - DOMINGO, 1 DE JUNIO DE 2008

 
ANÁLISIS

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 26


Buscando en mis documentos de internet unos apuntes referentes a cierta situación vivida hace ya bastantes años, hallo una carpeta que está titulada como pecado. La abro y aparece el siguiente texto: “El estado permanente del hombre es el pecado (Lector: no precipites, por favor, el comentario). En la vida –me parece- se puede aceptar este hecho o tener alguna aspiración a la pureza. Pero salir del pecado es imposible. Tan imposible como salir de la injusticia. Y quizá tan peligroso como salir de la injusticia. Si uno trata de salir del pecado, pueden suceder dos cosas: no acabar de salir por el contrapeso del pecado o creer haber salido sin ser verdad, sin ser cierto, y convertirse, entonces, en un ser falso e hipócrita, capaz de hacer cualquier enormidad en nombre de la pureza fingida. Considerarse siempre un pecador siniestro puede dar una cierta esperanza de llegar a la humildad y la discreción. Espero que esta convicción no me abandonará en el curso de mi vida. Es la única esperanza que tengo”.

MARTES. 27


Antonio Sampietro anuncia que vendrá a Ceuta para presentar el libro en el cual se ceba, ¡qué valiente!, con Julián Muñoz y José Antonio Roca. En ese libro, escrito por Paco Moyano y Agustín Hervás, periodistas, también hay capítulos referentes a cómo Sampietro fue presidente de la Ciudad. Donde cuenta la importancia que tuvo para él ser recibido por el Rey. Nunca pensó que pudiera llegar a tanto. Parece mentira que Toni, conocido como el ‘bon vivant’ catalán, tenga aún ganas de volver a una ciudad que vivió con él una época tan desgraciada cual funesta. Cierto es que el Gil, partido de infausto recuerdo, llegó a Ceuta porque así lo quisieron varios personajes de aquí, que no dudaron en postrarse a los pies de Jesús Gil, rogándole encarecidamente que se presentara a las elecciones. Personajes que luego, todo hay que decirlo, tuvieron cabida en el seno del PP. Y hasta los hay que todavía siguen ocupando cargos importantes con los populares o disfrutan de empleos de poco trabajo y magníficamente remunerados. Aunque tienen que soportar, cada vez que la ocasión lo requiere, el sonrojo de haber sido protagonistas de unos hechos bochornosos. Maldita la gracia, pues, que les habrá hecho a los ‘gilistas’ -que están mamando de las ubres populares y rinden pleitesía a Juan Vivas- el que Antonio Sampietro haya anunciado su presencia en la Feria del Libro, con el firme propósito de hurgar en un pasado considerado baldón por quienes aún tienen dignidad.

MIÉRCOLES. 28


Fue ayer cuando leí que había sido homenajeado en Barcelona, concretamente en los salones del Hotel Plaza, Quim Sarriá. Por los muchos méritos acumulados en su larga trayectoria profesional en la empresa municipal. Pero no sólo le reconocieron sus veinticinco años de labor destacada en el Servicio de Estudios y Proyectos, sino que fue distinguido con otros premios por su actividad en tareas deportivas. No ha mucho tiempo me presentaron al hombre que iba a colaborar en ‘El Pueblo de Ceuta’. Nunca antes, la verdad sea dicha, había tenido la oportunidad de hablar con el Quim. Y tampoco durante los primeros días me fue posible mantener unas relaciones fluidas con él por causa que no viene a cuento traer a colación en esta página. Aunque debo decir que nos saludábamos respetuosamente cuando coincidíamos en la redacción. Semanas atrás nos vimos en La Pérgola, a esa hora vaga de mediodía, y nos pusimos a pegar a la hebra. Y me causó la mejor de las impresiones. No seré yo quien me ponga ahora a enumerarles a ustedes cuáles son las cualidades que atesora este ceutí que ha vivido más de media vida en Cataluña. Entre otros motivos, porque nuestras relaciones hasta el momento han sido superficiales. Pero si me atrevo a destacarle, pues le sigo, cual personaje singular. Apasionado en todo lo que cuenta y hace. Con tintes de hombre renacentista. Y a mí no me cabe más que darle la enhorabuena por esos premios que le han concedido en esa tierra, Cataluña, donde le dieron la oportunidad de demostrar su enorme valía.

JUEVES. 29


Otra vez vuelve a ocupar espacio en esta página, por derecho propio, la consejera de Educación y Cultura, Mabel Deu. Y es así, porque aparece en nuestra primera de hoy, tirando de Juan Vivas en esa subida por una de las pendientes de las Murallas Reales. Detrás del presidente de la Ciudad, que como siempre está atento a estrechar las manos que le tienden desde todos los ángulos, creo distinguir a Aquiles Ruiz, director de Turismo. Con quien hace ya mucho tiempo que no me meto en cháchara. Tal vez sea porque ahora está más controlado por Guillermo Martínez, consejero de Economía, Turismo y Empleo. Que no pocas veces ha dicho que el personal que está bajo su mando no debe desviarse lo más mínimo, si no quiere conocer cómo se las gasta él. Se le nota al consejero, sin duda, que tiene ínfulas de enorme gestor y que gusta de imponer entre sus subordinados una disciplina espartana. A lo que iba, pues si no sigo enrollándome y termino perdiendo el norte, que aprovecho la ocasión para saludar a la señora Deu. Motivo más que suficiente para que los técnicos de la Casa se vean obligados a repetir esa fotografía donde la consejera, siempre diligente, aparece atacando un camino empinado -perteneciente al conjunto Monumental de las Murallas Reales, con mucho brío.

VIERNES. 30


Si ayer se me fueron los ojos detrás de la fotografía que apareció en la primera de este periódico, para hacerle el artículo a Mabel Deu, hoy me ha pasado tres cuarto de lo mismo con la que aparece en el mismo sitio. Aunque, lógicamente, por distintos motivos. En ella se ve a Juan Vivas escoltado por dos de sus más estimados consejeros: Juan Manuel Doncel y Francisco Márquez. El primero, responsable de la consejería de Fomento; y el segundo, de la de Hacienda. Un Vivas que cada día viste mejor. Y es ahí donde está el quid del asunto que me va a permitir decir lo siguiente. Cómo se nota la influencia que tiene en el vestir del presidente de la Ciudad, ese árbitro de la elegancia que es Francisco Márquez. A quien se le conoce como el Petronio de Ceuta. Es cierto que en esta ciudad hay varias personas que se distinguen por llevar la ropa muy bien y con facilidad pasmosa. Que es, a fin de cuentas, lo que llaman elegancia. Aunque dicen que la palma se la lleva el consejero de Hacienda y presidente del Consejo de Administración de Emvicesa. Quien sigue maqueando, por más que Juan Luis Aróstegui lleve dos años empecinado en tocarle la... entrepierna. Pues bien, a lo que iba: que la mejora en el vestir de Vivas, por el buen gusto a la hora de elegir las prendas, y las formas de casarlas, me han asegurado que se debe al mucho interés que ha venido poniendo Márquez como consejero único de guardarropía del presidente. Por lo tanto, a ver quién es el guapo que se atreve ahora a llevarle la contraria al hombre que ha conseguido que Vivas vaya hecho siempre un pincel.

SÁBADO. 31


Cada año, cuando se celebra la Feria del Libro, mi primer pensamiento está dedicado siempre a Antonio Femenía. Que así se llamaba el ayudante del bibliotecario de mi pueblo. En aquella España gris, donde primaba la hambruna; el Piojo Verde; la tuberculosis; la prima que se metía a prostituta porque en su casa era necesario poner la olla todos los días, y las injusticias prevalecían por encima de todas las cosas, Femenía me alentaba a leer tres o cuatro días a la semana, en la Biblioteca Municipal. Allí devoré libros que él seleccionaba con mimo a fin de ganarme para un ejercicio nada fácil aunque los beneficios sean luego inmensurables. No me extraña, pues, que Montesquieu dijera lo siguiente: “No he tenido nunca disgusto que una hora de lectura no me haya quitado”. Hoy, lógicamente, daré mi vuelta por la plaza de los Reyes y trataré de tocar el lomo de algunos libros, olerlos, palparlos, y procuraré comprar uno o dos ejemplares. De paso, me gustaría saludar, si es posible, a Alejandro Santaella, firmante de su primer libro cuando hace apenas nada que andaba en el estirón puberal.
 

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