Mientras la Policía cumple con lo que le ordenan, pese a que
los representantes sindicales siguen denunciando que el
Biutz siga funcionando del modo en que lo hace, otros
representantes no oficiales de organizaciones musulmanas
intentan acusar a la Policía de “exceso de fuerza” en la
imposición del orden en el Tarajal. El pasado martes una
porteadora resultó herida en el rostro. Han acusado a los
policías de excesiva contundencia, pero la realidad diaria
supera la ficción y los agentes ya están hartos.
El Sindicato Unificado de Policía anuncia antes de que se
produzca cualquier tragedia en el Biutz, por las constantes
avalanchas que se producen [el pasado martes una porteadora
resultó gravemente herida], que el día que “ocurra alguna
desgracia acudiremos a los tribunales acusando a los
responsables políticos que siguen permitiendo el paso por
ese lugar”. Así de tajante se mostraba Andrés Carrera,
secretario general del SUP cuando se le preguntó sobre el
último incidente sucedido esta misma semana.
En la habitación 404 del hospital civil del Ingesa, Fátima
Benabibe [marroquí de 46 años, con cuatro hijos que le
esperan en Castillejos] se recupera de un golpe recibido en
el rostro cuando la policía intentaba controlar a una masa
superior a las 4.000 personas. Sufre traumatismo facial y se
encuentra en manos de oftalmólogos y otorrinolaringólogos.
Los porteadores acusan a los agentes de exceso en el empleo
de la fuerza, aunque la versión de los representantes
policiales difiere ostensiblemente de las denuncias públicas
efectuadas por alguna de las voces no oficiales que intentan
salir en defensa de los marroquíes que, a miles y a diario,
pululan por el Tarajal cargando mercancías para un comercio
irregular con el país vecino.
Andrés Carrera desconocía la situación sobrevenida el pasado
martes, pero ante el conocimiento de que alguna organización
pretende denunciar el ‘exceso de fuerza’ empleada por la
policía, el representante sindical negó la mayor para
preguntarse: “Que me cuenten a mí, si para controlar a
cuatro mil o a cinco mil personas sólo estamos 14 policías
tratando de que no se produzcan avalanchas, cuando estas
llegan por el ansia de los porteadores de cruzar cuanto
antes, que no miran nada más que el pasar, ¿quién aplica más
brutalidad, los que provocan estas avalanchas o la policía
que trata de impedirlas?”, se preguntó.
Cansado de predicar en el desierto, “lo que ocurre en el
Biutz no es decente”, Carrera reitera que no parece lógico
que tenga que pasar la mercancía “por ese portillo”. Algo
incompatible, asegura, con la España europea actual. “Aquí
priman unos intereses sobre otros y a veces la seguridad
para la ciudad de Ceuta no importa tanto como debiera en
función de satisfacer un comercio alternativo como el del
Tarajal que poco deja realmente en la ciudad”, analizó como
pensamiento personal.
Aseguró que la solución es lograr que exista una aduana
comercial para evitar que se sucedan estos hechos. Defendió
a los agentes de policía destacados en el Biutz. “Hay 14
policías de lunes a jueves y todos conocemos lo que hay ahí.
A nosotros ya nos duele el corazón de tanto denunciarlo y
que nadie nos escuche”, dijo.
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