El Patrimonio histórico y cultural
de Ceuta es uno de los principales atractivos de la ciudad
autónoma, revalorizada ahora por el impulso decidido del
Gobierno local, con los puntuales apoyos de la
Administración General del Estado, que ha puesto en valor
[valga la redundancia] varios de los vestigios de mayor
calado y antigüedad de los que se encuentran en la ciudad.
Pendientes, sin decaer en el empeño, de lograr que el
conjunto de las Murallas Reales puedan ser declaradas como
Patrimonio de la Humanidad, el Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, todo hay que decirlo, se ha encargado a
lo largo de estos últimos ocho años de actuar en diferentes
lugares de especial riqueza de la ciudad para recuperar el
esplendor de la herencia dejada por las numerosas
civilizaciones y culturas que a lo largo de más de dos mil
años fueron asentándose en esta privilegiada zona
geográfica, puente de dos continentes, cruce de caminos y
baluarte del Mediterráneo.
Pero hemos de reconocer que la Puerta de Fez es uno de los
lugares emblemáticos en el que se ha actuado. También en se
recuperó el Baluarte de los Mallorquines, la Muralla Norte,
el Revellín de San Pablo, Baños Árabes, Basílica
Tardorromana. Se ha trabajado en la cueva abrigo de Benzú
[la Cabililla] donde pueden hallarse verdaderas claves hasta
ahora desconocidas de nuestra prehistoria. Pero también se
recuperan edificaciones señeras del siglo XX como el
edificio Trujillo, el edificio de los Dragones o el propio
Palacio de la Asamblea. Pero aún hay más. Con independencia
de las actuaciones derivadas de hallazgos subterráneos como
el yacimiento fenicio encontrado en la Catedral, se actúa en
las Murallas Meriníes y se recuperará la antigua Estación
del Ferrocarril.
Son sencillamente parte de nuestras esencias, conforman el
espíritu ceutí y son parte de nuestra historia que ha de
enseñarse con orgullo. El extenso y rico patrimonio ceutí es
de difícil parangón en tan pocos kilómetros cuadrados.
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