De la jornada de ayer se puede desprender que la dirección
de Baleària y Buquebús comienza a doblar la rodilla y
entonan el ‘mea culpa’ por los nueve despidos que se
produjeron en Ceuta de la noche a la mañana durante la
pasada semana. El presidente de las compañías, Adolfo Utor,
pidió ayer disculpas por la forma de actúar y ofreció
readmitir a siete de los trabajadores y recolocar a los
otros dos. Los trabajadores presentarán hoy una contraoferta
que puede calificarse como un órdago: revocar los nueve
despidos.
Aunque Adolfo Utor, presidente de Baleària y Buquebús, logró
que el partido se jugase en su casa, en las oficinas de la
empresa en Algeciras, el gran triunfador de la jornada se
puede decir que fueron sin duda los trabajadores.
Utor se destapó reconociendo que las formas no habían sido
las correctas, en cuanto que de la noche a la mañana nueve
trabajadores de sus navieras en el Estrecho de Gibraltar se
enteraron de que estaban despedidos. “La empresa ha
reconocido que la forma en la que ha llevado el asunto no es
la más correcta”, señaló el secretario general de la
Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT,
Ramón Sánchez.
El presidente de Baleària y Buquebús ofertó al Comité de
Empresa, formado íntegramente por la Federación de
Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, la readmisión de
siete trabajadores y la recolocación de los otros dos
empleados despedidos en otras empresas de su grupo; siempre
sin salir de Ceuta.
La oferta de Utor se acerca mucho a las exigencias máximas
de la central sindical, que no es otra que la vuelta a la
situación inicial, es decir, la readmisión de todos los
despedidos. Por ello, los representantes de los trabajadores
se volvieron con una sonrisa en el fast-ferry.
Por la tarde, los trabajadores y sus representantes
sindicales sopesaron la propuesta de la empresa y, después
de más de cuatro horas de reunión en la sede de UGT,
llegaron a la conclusión de que no es suficiente, por lo que
hoy pedirán la readmisión en sus puestos de trabajo de todos
los empleados despedidos. “Esperamos que la empresa la
estudie y acceda a nuestras peticiones”, señaló ayer el
dirigente de la Federación de Transportes, Comunicaciones y
Mar de UGT.
No obstante, Sánchez indicó que de no acceder la empresa a
readmitir en sus puestos a todos los trabajadores, la
desconvocatoria de la huelga “dependería de los trabajadores
que tendrían que ir a trabajar a otras empresas”.
“Baleària es un grupo bastante grande, tiene por ejemplo
agencias de viajes”, comentó el secretario general ugetista
del sector de Transportes, Comunicaciones y Mar, quien
aseguró que en ese caso los trabajadores no tendrían que ir
fuera de Ceuta: “En ningún momento se ha planteado que
tengan que marchar de la ciudad. Eso es innegociable”.
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Vivas confía en que el conflicto no llegue hasta el final
El presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, se mostró ayer
partidario de “respetar el ámbito de negociación entre la
patronal y los sindicatos” desde la institución que
representa, en relación con el conflicto laboral que vive
Baleària. Vivas se limitó a manifestar su deseo de que el
asunto “se resuelva” y un servicio “esencial” para Ceuta “no
caiga en una huelga”. En ese caso, el presidente de la
Ciudad confió en que los servicios mínimos que se
establezcan garanticen la correcta prestación del servicio,
si bien no parece que vaya a haber, ya que la huelga afecta
a dos de las cuatro navieras de las que operan en el
Estrecho.
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