Ayer hablamos de Tele 5 y la
campaña que había montado para desprestigiar la intervención
de “Chikilicuatre” en esa pantomima que es el Festival de
Eurovisión. Una campaña más que nada llevada a cabo, al
parecer, por lo que constantemente repetían los
presentadores, por la enorme envidia que le causaba, a la
cadena, el dinero que habían ganado Emilio Aragón,
Buenafuente y “El Terrat”. No podían disimularlo, repitieron
en varias ocasiones las grandes cantidades de euro que les
había reportado todo lo que se había montado alrededor de
Rodolfo. Esa forma de actuar, sólo tiene un nombre, el
deporte más practicado en este país, aún llamado España, la
envidia.
Ayer, en esta misma página, les explicaba que no creía que
Rodolfo, el actor metido a cantante, hubiese hecho el
ridículo. Lo que es de verdad ridículo es el Festival de
Eurovisión, donde no ganan los mejores, sino los países que
por amistad o por otras razones incluso hasta por razones
políticas, les votan los demás afines a ellos por cercanía o
por sus ideas, Si no, cómo es posible que, Uribarri, diese
antes la puntuación que los representantes de determinados
países. Lo dicho el Festival es una mamarrachada. Hizo muy
bien Italia, en dejar de ir a ese esperpento.
A estos del programa de ”la Noria,” se les debería aplicar
el ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo.
Porque ridículo, lo que es en verdad hacer el ridículo lo
hacen, cada semana, en esas intervenciones de algunos
personajillos en las tertulias políticas. Bueno, a esto de
las tertulias políticas se les debería aplicar lo del cine
“todo parecido con la realidad es pura o mera coincidencia”
Hablar de política, en una tertulia, es explicar al pueblo
español, por un suponer, la crisis que estamos atravesando y
cual debería ser el sistema empleado para atajarla. En le
supuesto caso, de que los contertulios supiesen de política.
No entramos en valorar quién tiene la culpa de la situación,
sino como se puede solucionar el tema, sin atacar a ningún
gobierno, sea de derechas o de izquierdas, simplemente
intentar aclararle al espectador situaciones por las que
atraviesa el país y las posibles soluciones, según estos
contertulios, se les podría dar. No, ese no es el sistema
empleado, en estas tertulias, por “La Noria”.
El sistema empleado es de un enorme ridículo, al llevar
siempre a los mismos protagonistas de uno de los bandos que,
usted si es de derechas, al escuchar a estos demócratas de
toda la vida, So Pena, Weystringer y María Antonia Iglesias
en sus opiniones, siente como se le hiela la sangre en las
venas, ante la posibilidad de que estos personajes, les
llamo personajes por llamarle de alguna forma, lleguen a
tener algún poder en España. De ser así, la vida de los de
derechas, auténticos demonios del mundo, iban a durar menos
que un pastel en la puerta de un colegio.
Para estos personajillos, al parecer, según sus opiniones,
sólo debe existir la izquierda, todo el que no sea de
izquierdas carece del derecho a vivir. ¿Sería Hitler el qué
quería una raza pura, haciendo desparecer de la faz de la
Tierra al resto de la Humanidad?. ¡Que manera de hacer el
ridículo!. Más que ridículo el programa, en esa parte, es
esperpéntico. Prefiero al “Chikilicuatre”, me río, no lloro.
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