En el vestuario de la AD Ceuta no se piensa en otra cosa que
no sea la cita del próximo domingo en Pontevedra. Un partido
que, según Tato, será de esos que “gusta jugarlos”, al
crearse ambientes de “superior categoría”. Hábitat en los
que el delantero murciano dice sentirse “cómodo”. Hasta el
punto de que, de sólo pensarlo, “se me pone el vello de
punta de verme jugar ante 14.000 hinchas en contra, y darles
de su propia medicina para traernos la victoria para Ceuta”.
Enfrente habrá “un equipo con mucho oficio” que cuenta con
“jugadores como Turiel que le da mucho peso”. Pero, a día de
hoy, “llevo diez meses en Ceuta, y todavía no he visto un
equipo que haya sido superior a nosotros”. Por lo que
asegura “vamos a ir con mucha humildad, pero con mucha
ambición”.
Ante el 1-1 de la ida, el jugador cedido por el Real Murcia
entiende que “nosotros vamos a ir con mucha ambición, porque
sabemos que nuestra obligación es marcar”. Hasta el extremo
de que “si no marcamos, todo el trabajo que hemos hecho se
viene abajo”. Una realidad ante la que habrá que “salir con
ambición para luchar, para bregar y para dejarnos el alma
por el equipo, por los compañeros y sobre todo por la ciudad
que representamos”.
A sabiendas de lo que ha sido la segunda vuelta, “hay
razones para ser optimistas”. Ya que “fuera de casa somos un
equipo consciente de nuestras opciones, que son muchas, y
que salimos a por todas en cualquier campo”. Un optimismo
que intenta transmitir a la afición, basándose en que “si
nosotros creemos y mucho en nuestras opciones, la afición
tiene que estar con nosotros”.
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“El gol nos vino muy bien porque estábamos jugando un
partidazo”
El pasado sábado, el delantero
murciano adelantó a los suyos antes de cumplirse el primer
cuarto de hora, inventándose un gol donde no había nada. Un
tanto que ante todo “nos vino muy bien porque estábamos
jugando un partidazo”. Argumentando que “la primera parte y
en concreto los primeros veinte minutos fueron de una
calidad tremenda y un ritmo tremendo”. Un 1-0 que “nos venía
muy bien para ratificar ese dominio y para intentar dejar
k.o. al Pontevedra” que estaba contra las cuerdas.
Pero no se pudo tumbar al contrario y, al final del primer
periodo, llegó un gol
psicológico que, “más que el empate, lo que nos dejó un poco
hundidos fue el momento en que llegó”. Basándose en que
“visto lo visto, fuimos superiores a ellos”
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