La Sección Sexta de la Audiencia Provincial en Ceuta zanjó
en un día un juicio que se tenía previsto que se
desarrollase en cuatro y en el que iban a prestar
declaración casi una treintena de testigos y afines a un
caso de delito contra la salud pública por la tenencia y
venta de drogas duras. Se trató de 1,8 kilos de cocaína y
800 de MDMA, un estupefaciente de laboratorio de alta
pureza, que aparecieron en la hamburguesería ‘El Ocho’, sita
en el Polígono Virgen de África, además de pequeñas dosis de
“entre 40 y 50 gramos de cocaína” que fueron encontradas,
tras un chivatazo, por agentes de la Policía Nacional en
cinco domicilios.
Un chivatazo a las fuerzas del orden dio al traste con el
menudeo de cocaína y MDMA -droga dura de creación sintética,
conocida como cristal- que hasta septiembre de 2006 tuvo
como base de operaciones una conocida hamburguesería en la
barriada Polígono Virgen de África, ‘El Ocho’. Los seis
acusados de un delito contra la salud pública, implicados en
los hechos con diversos grados de responsabilidad, pasaron
ayer por la Audiencia Provincial de Ceuta para enfrentarse a
penas de entre 7 y 3 años y medio por la tenencia de 1,8
kilos de cocaína y 800 gramos de cristal destinado a la
venta, mientras que uno de los acusados, soldado profesional
y cabecilla de la operación de narcotráfico junto a su
hermano -también militar- sigue en busca y captura desde
mediados del pasado año.
El mayor de los consaguíneos, G. O. M., se presentó ayer se
presentó ante el presidente de la Sección Sexta de la
Audiencia, a quien confesó su grado de culpa y confirmación
de “reo por delito contra la Salud Pública” por tráfico de
drogas calificadas como de “notoria importancia”. Este
calificativo, de orden normativa, se aplica cuando un
estupefaciente de una pureza tan alta como la del cristal en
su primer tratamiento en laboratorio supera el peso de 260
gramos. Y, efectivamente, el alijo de MDMA que se encontró
en el trastero de la hamburgusería en Polígono Virgen de
África alcanzó los 800 gramos.
Relato de los hechos
La historia comenzó a mediados de julio de 2006 cuando un
confidente de la Policía Nacional alertó sobre “pequeños
menudeos con sustancias que no eran precisamente hachís”,
indicaron fuentes cercanas al caso. El epicentro de las
actividades era la hamburguesería ‘El Ocho’ y se sospechó de
que los camareros que allí trabajaban “estaban en el ajo”,
cuatro individuos, que ayer se sentaron en el banquillo y
que responden a las siglas de D. A. M., H. E. M., M. M. M.
B. e I. G. M. La Policía Nacional cursó dos semanas más
tarde las correspondientes órdenes de intervención
telefónica y comenzó a seguir a los trabajadores. Resultado:
los operarios de la hamburguesería colaboraron con dos
militares, cabecillas de la banda, en el almacenado de la
droga y en la distribución en pequeñas cantidades. “Se
encontraron 1.800 gramos en distintos envoltorios en el
trastero de ‘El Ocho’ y, tras el registro de cinco de los
domicilios particulares de los acusados, se hayaron pequeñas
cantidades de la droga en dos de ellos, entre 40 y 50
gramos”, según fuentes cercanas a la investigación.
Todos los acusados contestaron con un cabizbajo ‘sí’ a la
inquisición del magistrado sobre la relación con los hechos
de tenencia, declarándose culpables por delitos contra la
Salud Pública, que quedaron en tres años y medio de prisión
por colaboración con el mercadeo de drogas tras declararse
todos ellos “adictos a las drogas” para rebajar la pena.
A primera hora de la mañana se escucharon sospechas de penas
de hasta once años, pero, pero tras una complicada y tensa
hora de discusiones, negociaciones y charlas de pasillo,
letrados y Fiscalía presentaron ante el magistrado la
conformidad en un caso que quedó visto para sentencia en su
primer día de celebración con penas de 7 años para los
responsables de la trama y 42 meses para los colaboradores.
|
Atenuante de drogadicción para los imputados y carácter de
rebeldía
Presentados ante el magistrado de
la Audiencia Provincial, los acusados por colaboración con
la trama del mercadeo de drogas duras y por un delito contra
la salud pública se confirmaron como reos de culpa bajo el
atenuante de drogadicción, una medida sugerida por la
representación de la defensa para rebajar los años de
presidio. Así se hizo constar en el expediente de D.A.M., M.
M. M. B. y en el de I. G. M. Por otro lado, el hermano del
cabecilla de la trama de tráfico con drogas de alta pureza,
A. O. M., se encuentra en situación de busca y captura,
decretada a mediados del año 2007, tras informar el Cuerpo
de Policía que este individuo se encontraba en paradero y no
fue hallado en el domicilio familiar por las fuerzas de
Orden Público, afirmándose su carácter de rebeldía ante la
Justicia.
|