La pista de patinaje del parque Juan Carlos I -conocido
popularmente como Llanos de La Marina- se ha quedado pequeña
para los más de veinte jóvenes que pasan las tardes sobre
las cuatro ruedas de su monopatín. Estos jóvenes skaters, de
entre 13 y 15 años de edad, y acudieron hace dos días al
Palacio Autonómico para informar al presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, de que “no hay señalización en las rampas para
que los niños más pequeños” no se acerquen mientras ellos
patinan, una medida con la que se evitarían poner en peligro
la integridad de los niños, así como evitar los roces con
los padres es éstos. “Entendemos que si se nos escapa el
patín y le damos a alguien en el tobillo o en la pierna a
algún niño pequeño, le podemos hacer mucho daño”, comentó
Pablo, que matizó que “por eso es necesario que se señalice
la zona para que los jóvenes “no entren cuando nosotros
patinamos”.
Hace dos semanas, un padre me intentó romper el monopatín y
me escupió a la cara”, afirmó Alex, que manifestó que lo
único que hizo fue decirle al adulto que “retirara a su hijo
para poder patinar sin dañar a nadie”. Y es que el
skateboarding, un deporte que los surferos californianos en
la década de los 60 practicaban sobre el asfalto los días en
que no había olas en la playa, necesita de un espacio
habilitado y propio.
“No podemos patinar en la calle, porque el suelo no es apto
para ello en cualquier lado” y, cuando encuentran un sitio
“con buen pavimento” para patinar, tanto vecinos como
viandantes “llaman a la policía, que nos desaloja
constantemente”. Además, piden una ampliación en las
instalaciones, que podría ser abordada de dos formas: por un
lado, comprando más elementos de salto y ascenso para el
circuito cerrado, ya que “tan sólo” se cuenta con un par de
quarters -un especie de rampa de salto con forma de medio
tubo- y un funbox.
Recogida de firmas
Para conseguir una mejora social no hay mejor método que el
de recoger las firmas suficientes, para demostrar que una
petición concreta a la Administración está avalada por el
apoyo popular. Los muchachos del skate no sólo reunieron más
de 400 firmas en un tiempo record -menos de tres días- sino
que, además, consiguieron la rúbrica del presidente de la
Ciudad, Juan Vivas.
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