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sociedad - DOMINGO, 25 DE MAYO DE 2008


Milagros y Sara. reduan.

Primera promoción de la Unidad de Matronas
 

El sueño de asistir al
alumbramiento de vida

Sara Trasierra y Milagros Villegas
llegaron a Ceuta, tras aprobar unas
duras oposiciones, para formarse en la Unidad de Matronas y se llevan consigo
“el calor de la gente” y la sensación de
haber tenido “una experiencia inolvidable”

CEUTA
David F. Pascual

ceuta
@elpueblodeceuta.com

No conocían Ceuta, pero casi sin quererlo será una ciudad que ambas lleven en un pedacito de su corazón durante toda su vida. La incipiente Unidad de Matronas de la ciudad les dio la posibilidad de formarse como especialistas enfermeras obstétrico ginecológicas y así cumplir un sueño. La historia de Sara Trasierra (Alcalá de Guadaíra, Sevilla) y Milagros Villegas (Lepe, Huelva) es la de dos jóvenes luchadoras que han alcanzado una meta. Componen la primera promoción de especialistas de esta unidad que con el tiempo producirá una gran número de matrones y matronas que podrán incorporarse a la sanidad ceutí y la nacional.

Su historia comenzó hace algo más de dos años cuando tras acabar la carrera de Enfermería y realizar algunas labores prácticas en Lisboa o Faro decidieron presentarse a unas oposiciones que les cambiaron la vida. “No era la primera a la que acudíamos”, avisó Milagros. “El caso es que nos la preparamos y tuvimos la suerte de aprobar”, replicó Sara. Así fue y la nota les daba dos posibles destinos: Canarias y Ceuta. La opción insular se desvaneció por lo que ambas pusieron rumbo a tierras caballas. “Era el único destino que quedaba. No obstante, para mí era el sueño de mi vida y me daba igual irme a Ceuta que al Sáhara”, afirmó la onubense.

Ya en la ciudad se llevaron la primera sorpresa. “No teníamos ni idea de que éramos la primera promoción de la unidad”, manifestó Milagros. Esta circunstancia ha tenido cosas buenas y cosas malas. Entre las negativas destacaron el hecho de que no tuvieran referentes a la hora de orientar su labor formativa y de aprendizaje. “Pero nos quedamos siempre con lo bueno, que al final es más que lo negativo”, puntualizó la joven sevillana.

Amigas desde antes de emprender la aventura ceutí son ahora uña y carne. Coinciden en muchas cosas, entre ellas en su vocación por ser matronas. “Es una vocación para mí; hasta que no conseguí sacarme la oposición no paré”, aseveró Milagros.

Aquí en Ceuta han podido conocer a experimentadas matronas como las conocidas ‘Nona’, ‘Paquita’ o ‘Mari Gracia’. Entre las tres han podido asistir los partos de casi un tercio de la actual población de la ciudad. Las experiencias de estas se han sumado a las propias y a la formación impartida por sus profesores. A través de ellas han podido comprobar el “importante” cambio que la profesión que han decidido desempeñar ha vivido durante el último medio siglo. Según Milagros, “la demanda social no es la misma que antes”. Así, esta puso el acento en que ahora las políticas de alumbramiento están enfocadas a los partos sin intervención. “El Ministerio de Sanidad tiene esa apuesta y nosotras estamos encantadas de participar”, resumió.

Pese a que la labor de las matronas en los alumbramientos es casi decisiva, ellas no se sienten el centro de la atención: “No somos las protagonistas y lo sabemos. Estamos en un segundo o incluso tercer plano. Nos sentimos muy bien por que estamos ayudando a que tenga lugar un momento muy especial”. Tanto Sara como Milagros coincidieron en señalar la complicidad que debe existir entre la parturienta y el o la matrona. Suele darse en la mayoría de las veces aunque sería más factible si en España se siguiera el método de otros países, señalaron. Así, la matrona que asiste al alumbramiento debería ser la misma que hace el seguimiento de la embarazada desde meses antes en la Atención Primaria.

La profesión ha cambiado hasta tal punto que, pese a la denominación, hay lugares, como Ceuta, donde la plantilla de matronas es mayoritariamente masculina.

Una vez graduadas y pasadas ya las celebraciones toca mirar al futuro. Una lo tiene claro, la otra tiene cierta incertidumbre. “Me ha costado mucho decidirme pero voy a optar por irme. Ha sido difícil por que esta ciudad engancha”, comentó la joven sevillana. Mientras que Milagros tiene “la ilusión” de quedarse aunque sabe que si lo hace será haciendo sustituciones. Todo queda en manos del INGESA.
 

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