Es importante conocer el modo en que funcionará la nueva
instaación y el proceso que seguirá durante el tratamiento
de las aguas residuales.
El primer paso será el denominado pretratamiento, que tiene
por objeto eliminar los sólidos de menor tamaño, las arenas
y las grasas y/o espumas. Constará de unos canales donde se
instalan tamices capaces de retener los objetos finos, como
papeles o colillas, que serán recogidos y transportados a un
contenedor de residuos.
A continuación, el agua pasará a través de los desarenadores-desengrasadores,
donde mediante una corriente continua de aire a presión
hacen subir a la superficie a las grasas, que son
arrastradas por las burbujas de aire, mientras que las
arenas, al ser más pesadas se depositan en el fondo. Las
arenas se retiran succionando directamente del fondo y las
grasa son retiradas de la superficie mediante una raqueta.
Grasas y arenas, antes de enviarlas al contenedor de
residuos, sufren un proceso de concentración para separarlas
del agua sobrante.
El segundo paso es la decantación primaria En este proceso,
el agua reduce su velocidad y las partículas, debido a su
propio peso, caen al fondo, mientras que el agua más clara
queda en la superficie. El agua que queda en la superficie
sufre un tratamiento biológico. Se trata de unas grandes
balsas aireadas mediante la inyección de aire a presión.
Tras la decantación primari, la materia orgánica que
permanece en la masa de agua está en forma de sólidos de
pequeño tamaño, que pueden separarse por procesos físicos.
Gracias a la aireación se produce un proceso biológico y
natural que no precisa la intervención de ningún reactivo
químico.
En la decantación secundaria se separa el resto del fango,
quedando el agua depurada en la superficie.
Posteriormente se dota a la planta de un tratamiento
terciario, consistente en una filtración y la desinfección
para eliminar microorganismos nocivos que puedan quedar.
Este tratamiento permite además la utilización de parte de
esta agua resultante para otros usos como el riego de
parques y jardines, y limpieza de calles. El sobrante del
agua que no puede reutilizarse se envía al mar a través de
un nuevo emisario submarino que estará a más de 500 metros
de la costa.
Este es el proceso seguido por el agua. El fango extraído
del fondo de los decantadores primario y secundario sigue su
propio proceso. Este consiste en un espesamiento de los
fangos en una gran cámara cerrada y en ausencia de oxígeno.
Con un tratamiento posterior este fango puede tener otros
usos, por ejemplo, para la agricultura.
|