Es lo que parece que quería el
Madrid, o su presidente, tras ser campeón de liga. Los
petrodólares atraen a todos, pero al actual mandatario
madridista un poco más, y lo que no sabemos es si luego
cuadrarán los números, o si en algún caso aparecen las
Cuentas del Gran Capitán.
Que haya unos gestores que se preocupen de que el equipo sea
cada vez más rico me parece básico para una entidad como la
merengue, pero esos ingresos nunca tienen que venir por un
camino que deteriore la imagen del equipo, y con la goleada
encajada el martes, los dólares se habrán venido para
España, pero el impacto que dejó el Madrid en tierras de
Arabia Saudita fue nefasto, con lo que las camisetas, las
nuevas, han aparecido manchadas a las primeras de cambio y
ante un equipo que no es nada.
Es cierto que todo esto ha venido tras una semana de
fiestas, en la que han recorrido “todos los chiringuitos de
Madrid”, los oficiales y los otros, con lo que el equipo no
estaba para dar mucho espectáculo y por ello terminó
arrinconado y goleado como no lo había sido en toda la
temporada.
Ahora, menos mal, a que no hay por ahí otro “bolo” para
estos días, más vale que no y que la plantilla, los que no
van con ninguna selección, descanse y cargue las pilas en
busca de una próxima Champions, que ya hace seis años que se
logró la última.
Alguien, llegando a este punto, puede decirme que ese tipo
de bolos los tienen que hacer para poder sumar unos cuantos
millones más con los que poder pagar a la plantilla.
Y me parece muy bien, como me parece muy bien que la
publicidad sea cada vez más rentable, pero todo ello sin
quitar prestigio a la entidad, al club que más triunfos ha
logrado en todo el mundo.
Por eso me parece mal el “bolo” del pasado martes, porque en
la historia del club no va a quedar, para el gran público,
si logró 400 o 500 millones de las antiguas pesetas, y lo
que sí va a quedar es que encajó un contundente 4-1, ante un
adversario que no tiene nombre.
Afortunadamente esto ha sucedido cuando ya todas las
competiciones están de vacaciones y cuando muchos jugadores
se van a sus selecciones para disputar la Eurocopa. Así ha
pasado un poco más de puntillas, pero, con todo, una goleada
de este tipo no hace ningún favor y ningún bien a una
entidad seria.
Y ya que hablamos de seriedad, se está demostrando que al
presidente blanco no se lo toma en serio nadie, y menos los
socios compromisarios, que a la primera de cambio y sin
haber cogido, todavía, la copa de la liga, ganada
recientemente, le tumbaron por goleada el proyecto de cambio
de estatutos y cambio de nombre de la entidad.
En Chamartín la seriedad es algo que ni se compra, ni se
vende, allí hay seriedad, el club mismo es seriedad y cuando
aparece cualquier “charlot”, por muchos trofeos que logre,
sabe que está con pie y medio en la calle.
Y si no hay que recordar, por otros motivos, como Lorenzo
Sanz perdió las elecciones, nada más haber ganado dos
Champions casi seguidas, y a este le va a pasar lo mismo, en
cuanto haya elecciones y aparezca “ la sombra alargada” de
Florentino Pérez por allí, por poner un ejemplo. Lo que sí
podrá decir un día Calderón es que, aunque por caminos
tortuosos fue presidente del Madrid.
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