Las charlas programadas en los centros de Primaria dentro
del Plan Director para la Convivencia y Seguridad Escolar
tuvieron ayer unos destinatarios muy especiales, los padres.
Totalmente fuera de guión, y por expreso deseo de la
dirección del colegio Príncipe Felipe y de los propios
padres, agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil
se desplazaron al centro para hablar sobre el mundo de las
drogas. Una ocasión más la Escuela de Padres del Príncipe
Felipe contó con una participación nutrida superior a la
cincuentena de adultos.
“La idea que pretendemos conseguir con esta actividad es que
los padres detecten actitudes sospechosas en sus hijos.
Enseñamos pautas y damos consejos para la prevención y
detección tanto para padres como para profesores”, afirmó el
sargento de la Policía Judicial de la Guardia Civil, José
Romero.
Así, en materia de prevención, otro de los agentes
encargados de las charlas hizo ver a los padres la
importancia que tiene proporcionar a sus hijos información
adecuada. Otro de los métodos para prevenir la relación de
los menores y jóvenes con los estupefacientes es fomentar
que estos tengan buena autoestima. Esta medida va en
consonancia con otra, dirigida al desarrollo de habilidades
sociales por parte de los menores.
Captación de ‘víctimas’
Una vez explicados los tipos de drogas, los problemas para
la salud por su consumo y la legislación penal por su
tráfico y consumo los agentes relataron el modus operandi de
las mafias para captar a las ‘víctimas propiciatorias’, que
como dijo este, “son nuestros hijos e hijas”.
Esta fue, sin duda, una de las partes de la charla en la que
los padres pusieron mayor interés. Según precisó, el mafioso
suele engañar al individuo restandole importancia a la
acción de tráfico de drogas: “Házlo tú que no te ocurrirá
nada y es muy fácil”. Cuando la persona es más difícil de
convencer el traficante acude a la cuestión económica:
“Tranquilo que no pasa nada y te ganas una pasta”.
Después de todo el camino el resultado es siempre el mismo.
“Tarde o temprano lo acabamos pillando y va a la cárcel.
Mientras, su supuesto amigo el mafioso no hace nada por
ayudarle”, recordó el agente. La moraleja final es que todo
es un engaño. Por todo ello los representantes de la
benemérita hicieron ver a los padres la importancia que
tienen para evitar que sus hijos o familiares cometan un
error que les arruine la vida.
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