Los agentes de la Guardia Civil que prestan servicio en el
puesto de control fronterizo de Benzú atendieron la noche
del martes al miércoles a una mujer marroquí que se había
puesto de parto. Los guardias solicitaron de inmediato una
ambulancia para trasladar a la embarazada, con fuertes
contracciones, al hospital del Ingesa, aunque finalmente y
dado lo avanzado del parto tuvieron que ser ellos mismos
quienes asistieron el alumbramiento en el puesto fronterizo.
Minutos más tarde, y con la madre y el recién nacido en buen
estado, sanitarios del 061 se encargaron de cortar el cordón
umbilical y trasladaron a madre e hijo hasta la sala de
partos del centro hospitalario, donde se completó su
atención.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno a través de
una nota de prensa la mujer, H. F., residente en Beliones, y
el bebé se encuentran “en perfectas condiciones”.
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