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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE MAYO DE 2008

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

El precio del Padre

Por Rafael Morales*


Mi carta es una reflexión en voz alta y un grito de desesperación, para intentar que en este país, jueces, políticos y servicios sociales en general se paren a mirar el daño que pueden producir con el cumplimiento de algunas leyes y decisiones judiciales basadas en generalizar y no mirar caso por caso e investigar la particularidad de cada situación. Me estoy refiriendo en concreto en las decisiones adoptadas en los casos de separaciones de parejas en las que hay menores por medio. Entiendo que según lo establecido están hechas o más bien pensadas para salvaguardar los intereses del menor y estoy de acuerdo que la prioridad tiene que ser esa, pero es en ese momento cuando creo que falla el sistema por completo, debido a la falta de medios o de interés por y para las personas que tienen que decidir lo mejor para ese menor.

Mi hijo es lo más importante en mi vida y no entiendo que se permita a una persona que decide romper su relación de pareja, poder utilizar los mecanismos judiciales referidos para ayudar a aquellas personas que realmente los necesitan y que realmente están en peligro, utilizando la mentira y colapsando instituciones judiciales para conseguir fines económicos o simplemente de venganza hacia otra persona. Por un motivo puramente económico, mí ex pareja ha tramitado una demanda de guardia y custodia por el juzgado de violencia doméstica ya que previamente me ha denunciado por malos tratos a ella y a mi hijo con la permisión de la justicia, sin investigar durante 6 meses en qué situación estaba mi hijo, ya que yo he seguido recogiendo como cada día a mi hijo de la guardería sin que nadie haya verificado con el centro cuál era la situación de ese niño, por lo que si eso fuera cierto, mí hijo hoy podría tener daños irreparables. A mi hijo le han roto los hábitos con su padre y nos han quitado el derecho y el deber de estar el uno con el otro, gracias a que su madre ha ejercido su condición de mujer y a utilizado en su beneficio las leyes de este País y se ha aprovechado de los medios dispuestos para mujeres que sí lo necesitan, con denuncias falsas y paralizando seguramente juicios y medidas de casos realmente delicados y de protección a niños que están en una situación difícil. Cuánto cuesta para esta madre que su padre pueda querer a su hijo. Una casa, 600 euros de manuteción. ¿De verdad es así como se garantiza el bienestar de mi hijo? Pediría que se investigara y castigara a las muchas mujeres que influenciadas o no por abogados irresponsables, que utilizan medios de protección de personas que están en riesgo en su propio beneficio y se las castigara con la misma dureza que se castiga a los maltratadores, por que el día de mañana ellas habrán maltratado el poder afectivo de su hijo hacia su padre. Yo no le he hecho nada a mi hijo para que me separen de él y pido por favor que los responsables piensen realmente que no todos los hombres, ni todos los padres somos maltratadores. Algunos somos víctimas de mujeres sin escrúpulos y de abogados sin sentimientos que se aprovechan de medios dispuestos para personas que realmente corren peligro.

* Asociado de APFS Baleares.
 

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