Mi carta es una reflexión en voz alta y un grito de
desesperación, para intentar que en este país, jueces,
políticos y servicios sociales en general se paren a mirar
el daño que pueden producir con el cumplimiento de algunas
leyes y decisiones judiciales basadas en generalizar y no
mirar caso por caso e investigar la particularidad de cada
situación. Me estoy refiriendo en concreto en las decisiones
adoptadas en los casos de separaciones de parejas en las que
hay menores por medio. Entiendo que según lo establecido
están hechas o más bien pensadas para salvaguardar los
intereses del menor y estoy de acuerdo que la prioridad
tiene que ser esa, pero es en ese momento cuando creo que
falla el sistema por completo, debido a la falta de medios o
de interés por y para las personas que tienen que decidir lo
mejor para ese menor.
Mi hijo es lo más importante en mi vida y no entiendo que se
permita a una persona que decide romper su relación de
pareja, poder utilizar los mecanismos judiciales referidos
para ayudar a aquellas personas que realmente los necesitan
y que realmente están en peligro, utilizando la mentira y
colapsando instituciones judiciales para conseguir fines
económicos o simplemente de venganza hacia otra persona. Por
un motivo puramente económico, mí ex pareja ha tramitado una
demanda de guardia y custodia por el juzgado de violencia
doméstica ya que previamente me ha denunciado por malos
tratos a ella y a mi hijo con la permisión de la justicia,
sin investigar durante 6 meses en qué situación estaba mi
hijo, ya que yo he seguido recogiendo como cada día a mi
hijo de la guardería sin que nadie haya verificado con el
centro cuál era la situación de ese niño, por lo que si eso
fuera cierto, mí hijo hoy podría tener daños irreparables. A
mi hijo le han roto los hábitos con su padre y nos han
quitado el derecho y el deber de estar el uno con el otro,
gracias a que su madre ha ejercido su condición de mujer y a
utilizado en su beneficio las leyes de este País y se ha
aprovechado de los medios dispuestos para mujeres que sí lo
necesitan, con denuncias falsas y paralizando seguramente
juicios y medidas de casos realmente delicados y de
protección a niños que están en una situación difícil.
Cuánto cuesta para esta madre que su padre pueda querer a su
hijo. Una casa, 600 euros de manuteción. ¿De verdad es así
como se garantiza el bienestar de mi hijo? Pediría que se
investigara y castigara a las muchas mujeres que
influenciadas o no por abogados irresponsables, que utilizan
medios de protección de personas que están en riesgo en su
propio beneficio y se las castigara con la misma dureza que
se castiga a los maltratadores, por que el día de mañana
ellas habrán maltratado el poder afectivo de su hijo hacia
su padre. Yo no le he hecho nada a mi hijo para que me
separen de él y pido por favor que los responsables piensen
realmente que no todos los hombres, ni todos los padres
somos maltratadores. Algunos somos víctimas de mujeres sin
escrúpulos y de abogados sin sentimientos que se aprovechan
de medios dispuestos para personas que realmente corren
peligro.
* Asociado de APFS Baleares.
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