Y para mejor, desde el primer
minuto de este fin de semana, para ver si se da el salto que
tantos años hace que no se ha dado.
Sobre el papel no sé si es lo mejor o no, pero el papel se
moja y no sirve de nada, por lo que la superioridad hay que
tenerla sobre el terreno de juego.
El Pontevedra sonaba, era uno de los temidos, pero los demás
también lo son, como el Ceuta lo es para los otros.
La eliminatoria, hoy por hoy, está muy abierta, luego cuando
comience a rodar el balón ya veremos.
Es cierto que por historia es más grande el Pontevedra. Es
cierto que hace ya muchos años dejó una impronta que todavía
recordamos muchos, pero la historia no mete goles y aquello
fue un tiempo que ya voló hace muchos años.
Al recibir la noticia, cinco minutos después de realizarse
el sorteo, ya comenzaron las elucubraciones, de cómo y por
donde se le puede meter mano al Pontevedra. Meras
especulaciones, especialmente si no se juega más y mejor que
el pasado domingo.
Además, aquí es un camino de “no retorno” y si te dejas dar
el primer golpe sin haberte cubierto bien, corres el riesgo
de que te tiren a la lona, para no levantarte luego ya.
Este es el mensaje que debe entender bien el Ceuta,
especialmente porque decir:” nosotros somos el Ceuta, no
somos un cualquiera”, implica demostrar que se es superior,
lo demás es verborrea barata, que al final no da para nada
más.
Y otra cosa, antes de nada, es peligroso pensar que ya se
está arriba, si se pasa de esta eliminatoria, porque eso
sería hacer el cuento de la lechera.
Ahora mismo, y por dos semanas, lo primero es el Pontevedra,
la forma de abordar sus defectos y la forma de controlar sus
virtudes. Luego ya, si se pasa de este, tiempo habrá para
ver si el Gerona es tal o el otro es cual.
Cada uno es lo que es, cada uno tiene sus formas de ver y
jugar al fútbol, y más tarde viene lo que tenga que venir.
Hacía ya tres o cuatro temporadas que al llegar estas fechas
se cerraba Alfonso Murube, ahora hay una nueva oportunidad
de prolongar hasta junio las ilusiones y si esas ilusiones
se transforman en realidad, mucho mejor.
Llevo media vida, o más, aquí en Ceuta y en todos estos años
sólo una temporada vi al primer equipo de Ceuta en Segunda
División A. Esto se daba en la temporada 1980 – 1981, ya ha
llovido, desde entonces, y aquello fue una simple nube de
verano, porque fue subir para volver a descender unos meses
más tarde. Se pasó por la categoría como alma en pena.
Ahora, lo importante es lograr el ascenso. A continuación
formar un buen equipo, y más tarde, si todo sale como es
debido, pasear el nombre del equipo y de la ciudad con
dignidad, en resultados, desde la primera jornada.
Es de suponer y así queremos que sea, que los dos tropezones
seguidos de Granada y Alfonso Murube, ante el Lorca, sean
sólo eso, dos malas pisadas.
En estos momentos se podía vivir de la renta que se traía de
atrás, pero esa renta ya se ha terminado. Ahora se parte de
cero, pero también parten de cero los demás. Se está en
igualdad de condiciones, con los mismos campos y las mismas
porterías, por lo que no hay que lanzar las campanas al
vuelo ni hacer uso del victimismo. Estamos igualados a todo.
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