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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE MAYO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

Aróstegui se retrata
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Muchas veces he dicho que lo mejor del fútbol es la pretemporada. Sobre todo en su primera mitad. Cuando, a pesar de la carga de trabajo, hay tiempo para bromas, risas, cuchipandas, pruebas de compañerismo, etcétera. Las ilusiones vuelan a una altura indescriptible y las promesas de aunar voluntades de los componentes de cada plantilla, a fin de obtener resultados inmejorables, se suceden a cada paso. Luego, desgraciadamente, la cosa puede terminar como el rosario de la aurora. Verbigracia: el Zaragoza.

Los delegados del Gobierno también hacen su pretemporada. Durante los primeros días se dedican a conocer a las fuerzas vivas de la tierra. Ora departen con el alcalde, ora con el comandante general, ora con el decano de la judicatura; ya con los jefes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya con el vicario, ya con los líderes sindicales, ya con los empresarios más encopetados. Cerrando el círculo de visitas con los presidentes de las comunidades respectivas.

Es un período de tiempo donde se les amontona el trabajo a los delegados. Si bien en todas las reuniones priman las sonrisas de los participantes, las buenas maneras, los mejores augurios... Y se suceden las declaraciones favorables hacia ellos. Que si son encantadores, que si son reflexivos, que si destacan por su comedimiento... En fin, que unos y otros, son capaces de pronosticarnos, en apenas unos minutos de charla con las autoridades recién llegadas, que éstas son inmejorables en todos los sentidos. La pena es que casi todos ellas finalizan su campaña como el ya reseñado Zaragoza.

José Fernández Chacón está en plena pretemporada. Y he leído en este periódico que han pasado por la Delegación del Gobierno los que mandan en los sindicatos. Y el de siempre, es decir, Aróstegui, se ha presentado con plural mayestático: “Nosotros somos personas intransigentes en nuestras convicciones, duros criticando y poco dados a aplaudir gratuitamente...”.

El secretario general de Comisiones Obreras se ha retratado ya a las primeras de cambio. Y conviene decir que con su postura no le ha permitido a Fernández Chacón que disfrute de estos primeros días en los que, si exceptuamos las molestias de las más que posibles agujetas en la lengua, hubieran sido los mejores que vivirá en esta tierra.

Pues concluida la pretemporada, que será en cuanto el delegado visite las redacciones de los medios de comunicación, se dará cuenta de que Aróstegui es de una terquedad rayana en lo enfermizo. Que es obstinado por frustración crónica. Y que suele confundir convicciones con utilidad. Utilidad para él. Eso sí, conviene agradecerle su sinceridad cuando dice que es poco dado a aplaudir gratuitamente. Lo cual es algo que todos sabíamos y que el sindicalista ha creído conveniente recordárselo a Fernández Chacón, por si acaso éste creía que le iba a salir gratis mantener un pacto de no agresión con Comisiones Obreras.

De cualquier manera, nadie mejor que Sergio Moreno, jefe de Gabinete de la Delegación, para poner al tanto a su jefe de cuanto acontece en la ciudad. Y, desde luego, exponerle minuciosamente el papel que desempeña cada cual y lo necesario que es dejarse caer con alguna prebenda enmascarada en planes de empleo.
 

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