Una de las cosas más importantes
que hay en la vida es, sin duda alguna, conocer a las
personas y saber, en cada momento, cómo pueden reaccionar
ante determinados acontecimientos. Ese conocimiento, que
duda cabe, es no sólo importante a la hora de escribir un
artículo de opinión dejándose llevar por la intuición, con
el añadido del conocimiento que se tiene del personaje y
sabiendo, en cada momento cual va a ser su reacción en
cualquiera de los asuntos a tratar.
Pero si ese conocimiento es necesario para todos aquellos
que nos dedicamos a escribir columnas de opinión, más
necesario es para todos aquellos políticos a la hora de
enfrentarse a otros políticos de partidos contrarios e
incluso a políticos de su propio partido, por aquello de
quítate tú para poner yo. Oiga, que aunque ustedes no lo
crean, ese clase de fauna política capaz de ir contra sus
compañeros por la gloria de mí pare, que diría mi amigo el
gitano Juan, existe.
Y por qué a veces fracasan las tramas que han preparados
para cargarse al compañero de turno y ocupar su cargo. La
contestación es muy sencilla, porque no conocen al
personaje, a pesar de estar todo el día a su lado, dándoles
golpes en las espaldas y riéndoles sus chistes malos ni, por
supuesto, las reacciones que pueda tener en determinados
momentos, al tener que enfrentarse a ciertos asuntos.
Ese es, sin duda alguna, el mayor error que cometen todos
aquellos que preparan la trama. Además, estos de la trama,
son tan torpes que siempre preparan la misma estrategia
porque, en cierta ocasión, les dio resultado. Sin pararse a
pensar, ni por un sólo momento, eso sería lo que haría
cualquier persona inteligente, ellos no lo son, que no todos
los personajes son iguales y que lo que es una buena
estrategia para uno, tiene el efecto contrario si se pone en
práctica con otro. Pero quién es el guapo que les dice a
estos inútiles de gorra y pito que se están equivocando con
la táctica que están empleando.
El personaje, a quien todos estos inútiles de gorra y pito
con mando quieren hacerle la “pirula” o sea quitarlo de en
medio, es mucho más inteligente que todos ellos juntos
porque, al fin de cuentas, su capacidad intelectual está
bajo mínimos.
De momento tienen el pleno convencimiento de que el asunto
está al caer, concediéndoles a los autores de la trama todo
por lo que llevan luchando desde hace tiempo. Y llevan toda
la razón del mundo mundial al tener el convencimiento de que
el asunto está al caer. Y tanto que está al caer, como que
ya han caído algunos de ellos y los que van a seguir el
camino de esa caída a no tardar mucho.
Eso os pasa, partida personajillos del dos al cuarto, que
dice mí amigo Javier, politiquillos de medio pelo, porque no
conocéis al personaje al que os queréis “cargar”, mucho más
inteligente que todos ustedes juntos y que os irá, sin prisa
pero sin pausa, poniéndoles en el lugar que os merecéis por
vuestra torpeza e inutilidad. No se puede ser más torpe en
esta vida. Vuestra ambición os ha causado una ceguera
irreparable.
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