Las Jornada de Tráfico Ilegal de
Personas que ha organizado el Centro Asociado de la UNED en
Ceuta, a través de un extraordinario curso con una carga
lectiva de 20 horas, son una muy extraordinaria muestra de
la capacidad de que en la ciudad se realizan eventos de gran
calado.
La presencia en conferencia de un vocal del Consejo General
del Poder Judicial, de expertos en el mundo de la judicatura
desde varios de sus sectores, unido a la presencia estrella
de dos super magistrados como Baltasar Garzón ayer y Javier
Gómez Bermúdez hoy han dado prestigio, no sólo a las
jornadas de la UNED, sino a la ciudad por extensión.
En cualquier caso, es una clara muestra de que, a poco que
organizadores arrojados se atrevan a lidiar tales eventos,
la ciudad puede beneficiarse del prestigio que significan
unas buenas jornadas culturales, o unas excelsas
conferencias. En realidad no está muy desarrollada, y bien
que merecería la pena, la idea de contar en la ciudad, con
cierta regularidad, con espacios similares a estas jornadas
que eleven el nivel de los acontecimientos en esta, nuestra
a veces, aburrida urbe.
Es cierto que para contar con personajes del nivel que nos
han visitado no puede por menos que encontrarse, detrás de
la iniciativa, el peso de la Ciudad Autónoma, o de cualquier
otra institución con argumentos económicos que enfrente tal
calidad.
Es un éxito de especial relevancia la apuesta de la UNED y
de la Ciudad Autónoma, a través de la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer el haber puesto en manos de los
directores de curso tal iniciativa.
La tercera de las Jornadas no va a la zaga a las dos
anteriores. La ponencia estrella de hoy, a cargo del
presidente de la sección primera de Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional [el juez del 11-M], Javier Gómez Bermúdez
viene a redondear el póker de ases de la judicatura que han
confluido en Ceuta para hablar de inmigración clandestina y
su entorno. Un éxito que deberá repetirse en sucesivos años.
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