Miguel Ángel Molina, que los tres últimos años jugó en el
C.N. Barcelona a las órdenes de Toni Esteller, cambiará de
equipo la próxima temporada. Miguel Ángel ha llegado a un
acuerdo, que sólo falta rubricarlo por escrito, con el C.N.
Ondarreta Alcorcón, el cuatro clasificado en el último
ejercicio de la División de Honor de waterpolo. El equipo
madrileño realizó una campaña muy meritoria al disputar el
play off por el título y llegar hasta las semifinales donde
cayó ante el Atlètic Barceloneta, que revalidó el título de
campeón al superar por la vía rápida al C.N. Barcelona.
El segundo de la saga de los Molina se encuentra en nuestra
ciudad pasando unos días con su familia y explicó a este
diario que “en el Barcelona he estado a gusto estos años,
pero la última temporada he jugado muy pocos minutos y
necesito jugar para ‘crecer’ y mejorar aspectos de mi
juego”.
El waterpolista ceutí de 18 años (cumplirá 19 a finales del
mes de octubre) considera el fichaje por el Ondarreta como
“una gran oportunidad” porque jugará en un equipo “con un
presupuesto importante, que quiere codearse con los mejores
y su entrenador (Miki Oca) me ha dicho que cuenta conmigo y
tendré minutos para poder progresar”.
Cambiará de club y de ciudad, después de seis años en
Barcelona, pero espera adaptarse “pronto” a su nueva vida
para “sentirme cómodo en el equipo en el que estaré la
próxima temporada”. El compromiso es por un año y Miguel
Ángel confía en “demostrar que puedo jugar más en División
de Honor y aportar más cosas en el agua”. Tiene previsto
viajar esta semana a Madrid para formalizar el contrato,
aunque antes pasará por Barcelona para solventar asuntos
particulares. Miguel Ángel tiene claro que la próxima
temporada es muy importante y quiere hacerlo bien.
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