La suerte está echada y, si la AD Ceuta quiere lograr el
ascenso a Segunda División ´A´, ya sabe a quien tendrá que
hacer frente tras el sorteo celebrado en la tarde de ayer en
la sede de la Real Federación Española de Fútbol. Allí se
supo que los blancos quedaron encuadrados en el grupo ´D´
con Pontevedra, Girona y Barakaldo, encontrándose el primer
escollo en un hueso duro como los gallegos, segundos
clasificados en el grupo I de Segunda División ´B´;
precisamente el que entre los tres rivales que podían tocar,
nadie quería ver. Mientras que, en caso de salvar con éxito
la eliminatoria, habría que jugarse el ascenso con el
vencedor del duelo que paralelamente disputarán catalanes y
vascos.
A falta únicamente de que el conjunto gallego acepte por
escrito la propuesta ceutí, el choque de ida se disputará el
próximo sábado (20:30 horas) en el Alfonso Murube,
resolviéndose la eliminatoria en el vestusto Pasarón. Un
campo inaugurado en 1941 y, donde al grito de ´hay que
roelo´, se estima puedan acudir entre diez y quince mil
personas para apoyar al conjunto granate. Un equipo para el
que éste será su tercer playoff de ascenso consecutivo,
habiendo caído en ambos casos ante equipos del grupo IV.
Su experiencia más reciente se remonta a la temporada pasada
cuando el Córdoba, que posteriormente selló el ascenso
doblegando al Huesca, les eliminó tras empatar en el Nuevo
Arcángel (0-0) en la ida, y en la vuelta clasificarse
gracias al valor doble de los goles (2-2) en campo foráneo.
Una eliminación que, tras haber terminado la Liga regular en
el primer puesto del grupo I, les llegó en la primera
eliminatoria al igual que en la temporada 2005/06, cuando
quedó apeado a manos del Sevilla B (actual Sevilla
Atlético). En aquella situación los pontevedreses también
contaron con el factor cancha a su favor, al terminar
segundos el campeonato, incluso ganaron en la Ciudad
Deportiva José Ramón Cisneros (0-2), con lo que parecía
estar todo resuelto. Pero en la vuelta, en contra de todo
pronóstico, el filial sevillista les devolvió la moneda
forzando la prórroga y ganando en los penalties (3-5).
La única ocasión que el club presidido por Saturnino Mirón
desde hace siete temporadas logró el ascenso fue en la
campaña 2003/04, alzándose en la obsoleta liguilla de
ascenso por encima de Mirandés, Lorca y Badajoz. Aunque su
paso por la división de plata del fútbol español fue
efímero, al terminar al año siguiente como farolillo rojo.
Un único ascenso en siete fases de ascenso disputadas, con
la que esta será la octava.
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