El salón de actos del palacio autonómico será testigo a las
20.30 horas de la presentación de la última obra literaria
de Javier Juárez, ‘Patria’, una labor de investigación
histórica y periodística sobre la ceutí nacida en 1909
África de las Heras, la espía española más importante del
siglo XX, la única que alcanzó el grado de coronel del KGB,
departamento soviético para el que trabajó como espía.
El escritor madrileño Javier Juárez presentará hoy a las
20.30 horas en el Salón de Actos del Palacio de la Asamblea
su obra literaria ‘Patria, una española en el KGB’, una
mezcla entre investigación histórica y el periodismo, que se
sustenta sobre hechos reales. Patria era el alias de África
de las Heras, una ceutí nacida en 1909, que trabajó durante
50 años como espía para los servicios secretos soviéticos y
que llegó a alcanzar el grado de coronel en la KGB. Esta
mujer, principal protagonista del libro que Juárez presenta
oficialmente hoy, participó en la revolución de Asturias, en
la Guerra Civil, en el complot para matar a Trostky en
México, en la Segunda Guerra Mundial y, además, organizó la
red de espionaje de la Unión Soviética en Iberoamérica.
París y Uruguay fueron también epicentros de su actividad,
donde se instaló tras casarse con el escritor Felisberto
Hernández. Desde Montevideo organizó la red del KGB en el
cono sur, para regresar como heroína a Moscú a finales de
los años sesenta. África, que adoptó diferentes identidades
-María Pávlovna, María de la Sierra, Znoi y Patricia- antes
de morir en Moscú hace ahora veinte años, en marzo de 1988,
comienza de esta forma su relato autobiográfico: “Nací en un
atrasado país capitalista; allí ingresé en la Unión de
Juventudes Comunistas y, como centenares de jóvenes, luché
por la libertad del pueblo. Después trabajé en el Comité de
Seguridad del Estado”, el KGB. A África la calificaban como
una mujer inteligente, guapa y “muy liberal en lo amoroso”.
Así habla sobre ella una compañera suya de las Juventudes
Comunistas, que agrega que “con facilidad conquistaba a los
hombres”. En París, donde se había establecido en 1946 con
el nombre de María Luisa de las Heras haciéndose pasar por
una refugiada española, utilizó sus encantos para conquistar
al escritor uruguayo Felisberto Hernández, con quien se casó
en 1948 y gracias al cual pudo llegar a Uruguay, el destino
que le había asignado el KGB. El matrimonio duró sólo dos
años y su marido nunca supo que ella era espía.
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