De paseo. Así es como la AD Ceuta afrontó el choque ante el
Lorca, en el que los caballas se jugaban la posibilidad de
mejorar su posición en la tabla de cara al playoff de
ascenso. Y eso que mucho se había hablado durante la semana
de la diferencia de ser segundo que tercero, primero que
segundo, de la importancia del factor campo, de la
dificultad del los rivales en las eliminatorias... pero, por
lo visto sobre el tapete del Alfonso Murube, el discurso no
caló en el vestuario y el conjunto caballa saltó al terreno
de juego evidenciando una desmotivación supina. Tanto como
para desperdiciar la oportunidad de, con un mísero empate,
arrebatarle la segunda plaza a un Linares que cayó a manos
del Granada.
Además de la falta de tensión, se notó sobremanera la del
algecireño Fran Amado, a quien relevó un Enzo Noir que a los
dos minutos de juego estrelló un balón en el larguero. Un
espejismo porque esa sería la oportunidad más clara de todo
el partido para los blancos, diluyéndose como un azucarillo
en un vaso de agua.Tras eso poco o nada más que contar. Si
acaso un disparo de Tato a las manos de Jaúregui, al empalar
en la frontal un balón colgado desde la izquierda.
Viendo el panorama, y negándose a ser convidado de piedra,
el Lorca empezó a ganarle terreno a los ceutíes que, por si
fuera poco, tuvieron que hacer frente a la lesión de Pol
Bueso quien había entrada para dar descanso a Sandro. En su
lugar entró Carlos Seidi, optando Benigno Sánchez por
retrasar a Alberto junto a Santacruz, situando al portugués
en la medular junto a De Lerma.
Una reordenación del equipo tras la que los caballas
siguieron en la misma línea descendente, intentándolo a base
de tímidos arreones como el que terminó con disparo flojo de
Seidi desde la frontal que detuvo Jaúregui sin problemas.
Una acción aislada tras la que los ceutíes no volverían a
tirar a puerta en lo que quedaba de partido. De ahí en
adelante los visitantes se harían con la manija del partido,
yendo claramente a más.
Los de Miguel Álvarez avisaron con disparos lejanos que no
encontraban portería, como el de Juanma que se marchó alto.
También emplearon el recurso del balón en largo, pero el
asistente les anuló par de acciones por dudoso fuera de
juego. La que si concedió fue la que dispuso Óscar Rico,
quien se plantó solo ante Kiko; aunque, in extremis, Alberto
salió al cruce para abortar el peligro.
Entre el sopor generalizado, y la falta de ideas, los
ceutíes seguían sin encontrar remedio. Una realidad ante la
que los visitantes se crecieron dando lugar al primer
disparo entre los tres palos de los visitantes por mediación
de Jorge Sánchez, ya en tiempo añadido. Una ocasión que no
sería la última porque Raponi probó fortuna a balón parado,
topándose con Kiko, tras la que terminaría el primer
periodo.
De mal en peor
Si mala había sido la primera parte, la segunda iba a ser
todavía peor. Ya que los ceutíes empezaron a hacer aguas en
defensa, dando facilidades a un rival que viendo la actitud
del Ceuta empezó a creerse que podía ganar el partido. Y
así, de un error de Alberto en el despeje, Chando se plantó
sólo ante Kiko, encontrándose con la sensacional respuesta
del meta cordobés que le rebañó el esférico en el mano a
mano. Una acción tras la que los de Miguel Álvarez
adelantaron las líneas, intentándolo con balones en largo
buscando la espalda de la defensa, pero cayendo en el fuera
de juego.
Una coyuntura ante la que Benigno Sánchez reaccinó, dando
entrada a Aitor por Enzo con el objetivo de recuperar el
centro del campo. De ese modo Tato pasó a ser el referente
ofensivo, Álvaro cayó a la derecha y Aitor se colocó en la
mediapunta. Una decisión que, durante unos instantes, sirvió
para recuperar la compostura; pero nada. Tímidos
acercamientos que morían en la orilla del área de Jaúregui,
mientras que los que sí creaban ocasiones eran los
lorquinos, siendo Chando el que obligó a Kiko a desviar a
córner un disparo con intención. Pero el portero cordobés no
pudo evitar que, a cuatro del final, el propio Chando
adelantara a los suyos al aprovechar un mano a mano ane un
Kiko que no pudo hacer nada.Un gol que no sería el único
para los lorquinos puesto que, en el último minuto de tiempo
reglamentario, Manel aprovechó un error de Santacruz para a
puerta vacía poner el segundo. En tiempo de descuento, y a a
la desesperada, los caballas lo intentaron con más corazón
que cabeza; pero nada. Habían desperdiciado noventa minutos
y en tiempo de descuento no iban a solucionar lo
irremediable.
El Ceuta desperdició la posibilidad de terminar la temporada
en segundo puesto, conformándose con un tercero que le
llevará a enfrentarse a Alicante, Huesca o Pontevedra el
próximo fin de semana.
|
La falta de motivación saltó desde el terreno de juego a la
grada
Seguro que el ambiente que
presente el Alfonso Murube el próximo fin de semana será muy
diferente al de ayer. Porque los 2.000 espectadores que se
dieron cita en las gradas del municipal fueron pocos para lo
que se jugaba el equipo. Menos público del que se esperaba,
y que encima se contagió de la apatía de sus jugadores que
parecían que no se jugaban nada.
Por ello, a medida que fueron pasando los minutos, la
parroquia caballa fue bajando los brazos hasta conformarse
con lo que estaba viendo. Un partido con pinta de cero a
cero que, en los minutos finales dio un giro que se tradujo
en la derrota. Una derrota que dejó sabor amargo y algunas
dudas de cara al próximo fin de semana, cuando empezará lo
realmente serio. Al menos, entre la afición del Murube,
queda el consuelo de que ayer su equipo se podía permitir el
lujo. Algo que, en el play off, hubiera sido determinante
|