Mohamed VI se movió por Tetuán y
su provincia entre estrictas medidas de seguridad nunca
vistas, confirmando lo que ya es un hecho desde los trágicos
acontecimientos tras la “fusilada” de los inmigrantes
subsaharianos ante el vallado que recorre el territorio
exterior de Ceuta: la militarización del norte del Reino. Si
España exigió a Marruecos el control de sus fronteras, Rabat
acudió presto a la llamada. ¿Cómo?. Pues militarizando por
primera vez el territorio bajo su control: en una primera
fase “cercando” (para “protegernos” de la invasión
migratoria, naturalmente) con un profundo foso el perímetro
de la frontera ceutí (ocupando incluso terreno neutral), que
tácticamente debería darle que pensar al coronel del
Regimiento de Caballería “Alcántara” al mando, próximamente,
de los flamantes “Leopard” (¿cuál es el máximo ángulo de
pendiente superable por este moderno carro de combate?);
luego, preparando la logística para el asentamiento de
tropas (cuarteles) y su equipamiento; finalmente,
construyendo la nueva y moderna base naval sita pasado
Alcasarseguer y reequipando el antiguo asentamiento
artillero del ejército español hasta 1956 (los viejos búnker
y torre de tiro se podían visitar hasta hace poco) levantado
sobre la “cudia” (meseta) que domina la localidad,
ofreciendo una inmejorable vista del Estrecho y el Océano
Atlántico. No hay duda -y lo escribo con admiración- de que
Rabat es ducho en convertir las cañas en lanzas, volviendo
por pasiva el clásico dicho de nuestros antiguos Tercios de
Flandes. Visto.
La visita de Mohamed VI a Tetuán se ha desarrollado
“emparedada” entre otros dos acontecimientos: primero el 52
aniversario de la creación de las FAR (Fuerzas Armadas
Reales), durante el cual el joven soberano alauí destacó
“las obras en construcción de un puerto militar y de una
base naval en Ksar Sghir (norte)”, según informa la MAP (Maghreb
Arabe Presse) que, a continuación, destaca las siguientes
palabras en la Orden del Día emitida por Mohamed VI en su
calidad de Jefe Supremo y Jefe de Estado Mayor General de
las Fuerzas Armadas Reales que revelan, a mi juicio, las
intentonas de “iranización” del Ejército por parte del
islamismo radical (intentos que, me consta, también está
realizando el Tabligh en el seno de las FAS españolas en
Ceuta): “SM el Rey revela también haber velado por reforzar
el sentimiento religioso moderado y en fase con los
constantes y los valores sagrados de la Nación en el seno de
las Fuerzas Armadas Reales e inmunizar a sus miembros contra
diferentes influencias contrarias al rito malekita y a los
valores de moderación y tolerancia” (sic). Significativo.
Por otro lado y del 26 al 30 de este mes tendrán lugar los
ejercicios combinados “Atlas 08”, maniobras militares
conjuntas de las Fuerzas Aéreas españolas (que aportan doce
aeronaves, entre Mirage, F-5 y F-18) y marroquíes (con diez
unidades: Mirage, F-5, Alpha Jet y un avión de transporte)
habituales desde 1989 y que, en esta ocasión, tendrán lugar
por los cielos del norte de Marruecos y el sur de España.
Interesante, porque durante la crisis de Perejil (verano de
2002) las FAS españolas obligaron a la Fuerza Aérea marroquí
a abortar un intento de ataque con napalm (Marruecos es un
gran productor) sobre la unidad legionaria que ocupaba el
islote.
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