Y nuevamente ETA, como en sus
mejores momentos, atacando a un cuartel y terminando con la
vida de una persona.
Más de 40 años llevamos con esta lacra y ni lo entendí
antes, ni mucho menos lo puedo entender ahora.
Es imposible, para cualquier mente sensata, poder admitir
que esto siga pasando, y si nos remitimos a tiempos no
demasiado lejanos, debemos recordar que Alemania, Italia,
incluso Inglaterra, tuvieron movimientos de este tipo y con
unas leyes que nadie tildó de antidemocráticas lograron
erradicar el terror de sus tierras.
Aquí están fallando muchas cosas. Aquí los controles
policiales, que deben y tienen que ser buenos, no están
dando resultado o no deja alguien que den resultado. Aquí
las leyes parece que frenan todo y esos siguen campeando por
sus fueros, tal vez, y aquí juegan un papel similar los que
han formado Gobierno y los que están en la oposición, de
unos y de otros depende el que si hay unas leyes que no
sirven, que no dan la seguridad total, esas leyes tendrán
que cambiarse.
Llevamos muchos años con peloteras de partidos, con
acusaciones de una parte a la otra , y este asunto sigue sin
solucionarse. Es cierto que hay momentos en los que parece
que, por fin, llegará el final del terror, pero en cuanto
vuelven a estar organizados, la situación vuelve a su punto
inicial.
En algunos momentos y de eso bien enterados estaban Adolfo
Suárez y el recién fallecido, Calvo Sotelo, parecía que el
gobierno de UCD no era capaz de controlar a estos
pistoleros. Fueron momentos graves y muy difíciles.
La llegada del PSOE al poder en 1982, con más de diez
millones de votos, en este terreno tampoco pudo lograr sus
objetivos.
El partido del PP, con Aznar a la cabeza, intentó lo que
habían intentado todos, pero ETA siguió por los mismos
derroteros, con altibajos pero ahí, y por último el PSOE,
con Rodríguez Zapatero dio la impresión de que iba a llegar
al final, pero nada, más de lo mismo, aunque ahora los
pistoleros no estén tan fortalecidos como lo estaban en
1980, por ejemplo.
Ante todo esto, la pregunta es la de siempre ¿Y ahora qué?.
Y la respuesta sigue siendo la misma, ahora como antes,
lamentos, condena, el que lo condena, palabras de
condolencia de los políticos, y pasado mañana todo se ha
olvidado. Luego, el día de las elecciones, ni los que van a
ganar, ni los que quedan segundos quieren oír nada de esto.
No lo comprendo, y ya es lamentable que más de una
generación haya vivido con esta situación como si fuera algo
normal. Mientras que otros que en los años niños tuvimos
aquel régimen en el que “casi todo era pecado”, cuando
terminamos de aquello nos vimos, sin buscarlo, metidos en
una situación que nosotros no habíamos elegido, y que ahí
sigue con los terroristas haciendo de las suyas, cuando les
place.
Esto es lamentable y al ver estos últimos tinglados que se
traen entre sí en el principal partido de la oposición, uno
tiene que decir, que esas regañinas de patio de vecinos es
un juego de niños comparado con este azote, que sin avisar
llega y golpea al que menos lo espera.
Los líos internos de un partido, quienes los provocan serán
los que paguen sus consecuencias. Este otro problema está
ahí y lo sufrimos todos. Eso por delante.
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