Conocer qué vive bajo las aguas del litoral ceutí y del
Estrecho de Gibraltar es de suma importancia, puesto que
“Ceuta no es únicamente sus edificios”, según la
coordinadora de actividades de Museo del Mar, María José
González. Así, a través de la Guía Educativa de la
Consejería de Cultura, alumnos de Primaria y Secundaria
pasarán por las instalaciones de esta fundación, para
conocer la flora y la fauna.
Los 24 colegiales de Primaria del ‘San Agustín’ conocieron
ayer por primera vez cómo es el esqueleto de una ballena
gigante o el caparazón de una tortuga boba tras su paso por
las instalaciones de la Fundación Museo del Mar, en terrenos
de la Autoridad Portuaria de Ceuta, donde se exhiben gran
número de restos óseos y de flora que viven bajo las aguas
del Estrecho. El día de ayer fue una “interesante
experiencia” para brindar a los más pequeños conocimientos
sobre “lo que hay en las profundidades marinas”, ya que ello
“forma parte de nuestra riqueza cultural”, afirmó María José
González Romero, coordinadora de actividades educativas del
Museo del Mar de Ceuta con la Consejería de Cultura dentro
del programa de la Guía Educativa.
En este caso, “y porque son muy pequeños, nos hemos centrado
en el conocimiento de la fauna más conocida, como tortugas,
peces, delfines y ballenas”, explicó González. En niveles
superiores, puesto que está prevista la visita de alumnos de
los diferentes institutos de la ciudad, “se hablará,
incluso, sobre patrimonio histórico y cultural, y la
importancia de Ceuta en el contexto del litoral del Estrecho
y del mar de Alborán”, una zona destacada “a lo largo de la
Historia en el Mediterráneo”, puesto que por esta ribera
dejaron su huella civilizaciones tan particulares como la
fenicia, la árabe o la romana, además de los habitantes de
la Prehistoria.
Ocuparon toda la mañana en actividades relacionadas con el
mundo marino, con las que pudieron distinguir las distintas
especies de flora y fauna que vive bajos las aguas del
litoral ceutí y del Estrecho de Gibraltar, “si los distintos
animales son vertebrados o invertebrados y los que son
mamíferos” expresó Fernando Díaz, colaborador de la
Fundación Museo del Mar.
Además, este espacio formativo cuenta con actividades
alternativas para potenciar la retentiva de los muchachos:
“les contamos un cuento y, además, les pedimos que dibujen
el contorno de los diferentes animales y que nos hablen
sobre ellos”. Y así lo hicieron: el pequeño Pablo resultó
ser un especialista en la tortuga laúd, la cual le sorprende
“porque tienen un caparazón muy grande y un olor parecido al
de las anchoas en lata”. Raquel nos habló sobre los tres
tipos de delfines que conoce.
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