La coyuntura económica, la subida de los precios del
petróleo y la “actual regulación de ayudas públicas y las
reservas suscitadas en Melilla hacia la iniciativa”, son los
argumentos que, a modo de excusa, ha comunicado la naviera
de Adolfo Utor y Abel Matutes para abandonar la idea,
momentaneamente, de establecer una ruta alternativa a la de
Melilla-Málaga que explota Acciona Trasmediterránea merced a
la adjudicación estatal para esta línea de interés público.
Y decimos que abandona de momento la idea, porque la
adecuada evolución de la situación económica y la
finalización del contrato con el Estado que beneficia al
actual operador de la línea supondrán un nuevo marco
coyuntural más adecuado para la puesta en marcha de la
línea.
Desde que elaboró su oferta al concurso público convocado
por el Gobierno de España para atender el tráfico marítimo
con Melilla, Baleària ha acreditado su interés por operar
con Melilla, argumenta en un comunicado de prensa y todos
los datos y estudios realizados apuntan a la viabilidad de
la implantación de unos servicios marítimos de calidad, en
sintonía con la expectativas creada.
En realidad, Baleària, explican en la nota, lamenta haber
tenido que adoptar la decisión de aplazar la puesta en
marcha de la línea Melilla-Motril y confía en que, en un
futuro no muy lejano, pueda dar respuesta a las expectativas
creadas. Lo cierto es que la naviera balear decide esperar a
los movimientos accionariales en Trasmediterránea y aguardar
a que se cumpla el periodo de adjudicación de líneas de
interés.
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