A primera hora de la mañana de ayer, varios operarios
embarcados se afanaron en colocar la red con la que se
frenará la llegada de aguavivas al litoral ceutí en la Playa
del Chorrillo. La disposición de este tipo de seguridad se
usa para contrarrestar la posible llegada de estos incómodos
seres de cuerpo gelatinoso, cuyo líquido urticante que
inyectan en la piel de los bañistas próximos es de toxicidad
variable. Para combatir los efectos de su picadura, el
departamento de Comunicación de la organización Cruz Roja de
Ceuta aconseja seguir los siguientes pasos: no frotar la
zona afectada, nisiquiera con una toalla o arena; lavar la
parte del cuerpo donde se recibió la picadura con agua
marina, nunca con agua dulce; quitar los trozos o restos con
unas pinzas. Además, conviene aliviar el dolor mediante la
aplicación de frío durante unos 15 minutos.
Los voluntarios de la organización Cruz Roja de Ceuta
registraron el año pasado 132 casos de accidentes
relacionados con el contacto con este animal, mientras que
durante el 2006 el número de atendidos fue de 3.455
personas.
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