El Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE, antiguo INEM),
que tan bien funciona para algunas cosas, acumula ciertos
vicios en su funcionamiento que los más vivos pueden
aprovechar para múltiples cosas. Así, por ejemplo, sin que a
uno le pidan cualificación por adelantado, cualquiera puede
inscribirse como demandante de empleo en categorías
inopinadas y respetables como la de banderillero, conductor
operador de motoniveladora, operador planta refrigeración o
conductor de hormigonera móvil.
Inscribirse como este tipo de profesionales sólo puede
responder a tres criterios: a) que uno realmente esté
cualificado como tal, en cuyo caso es probable que encuentre
trabajo, ya que algunas de ellas son carne habitual del
catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del Ministerio
de Trabajo; b) que uno no tenga la menor intención de
incorporarse al mercado de trabajo y, por lo tanto, para
reducir al mínimo la posibilidad de que una empresa solicite
sus servicios y corra el riesgo de perder su antigüedad se
inscribe bajo el perfil más raro que encuentre su ingenio; y
c) que el trabajador en cuestión tenga información
privilegiada sobre la próxima salida de un puesto de trabajo
con un perfil extraño que, siendo el único inscrito como
tal, le garantice el acceso al mismo. En la tercera de las
opciones cabe aún una variable peor: que la sociedad,
pública o privada, que quiera contar con sus servicios le
inste a inscribirse como tal para evitar cualquier rival en
liza.
Según el sindicato UGT, de cuya denuncia se hizo eco ayer el
PSPC y, en menor medida, UDCE-IU, en la Ciudad Autónoma lo
acontecido ha ido más allá de todas las variables
planteadas. Básicamente, explicaron ayer fuentes del
sindicato, lo que podría haber ocurrido con el hermano de un
consejero es que un alto cargo equis de la casa le habría
conminado a ir al INEM y a inscribirse como demandante de
empleo para el puesto de engrasador, sin precedentes en la
historia del ayuntamiento, para su incorporación al Parque
Móvil de la Ciudad.
Efectivamente, días después de hacerlo, la solicitud de un
trabajador con ese perfil, creen sindicatos y oposición,
llegó al INEM y el agraciado fue el único inscrito como tal.
El PSPC calificó ayer esta cadena de hechos de claro ejemplo
de “nepotismo” y una vulneración evidente “de los principios
de contratación por los que se rige la función pública”.
UDCE-IU, por su parte, anunció que solicitará a la
Viceconsejería de Recursos Humanos el expediente de
contratación de este trabajador y su contrato laboral para
analizar si se ajusta a la legalidad o no como paso previo a
valorar esta actuación.
El viceconsejero del área, Javier Díaz Nieto, explicó ayer a
este periódico que el pasado 17 de abril recibió una
solicitud del jefe del Parque Móvil solicitándole la
contratación de un profesional engrasador, tarea que según
explicó hasta ahora realizaban los maquinistas del
departamento.
“Como en la bolsa de trabajo de la Ciudad no había ningún
demandante de empleo con ese perfil se planteó una solicitud
genérica, tal como establece la ley, al INEM, que fue quien
nos remitió al trabajador que finalmente fue contratado”,
detalló Díaz Nieto, quien solicitó un nuevo informe sobre el
asunto al jefe del servicio cuando el asunto saltó a los
medios de comunicación.
“Se me remitió un nuevo informe de cuatro folios aportando
todos los detalles que justificaban la propuesta”, concluyó
el viceconsejero.
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