La cultura no debe ser algo encorsetado, puesto que la
expresión artística contemporánea no entiende de fronteras
ni limitaciones. Ese es la idea con la que Younès Rahmoun se
despidió de Ceuta mientras recogió de las salones del Museo
de Murallas Reales sus obras expuestas en este espacio desde
el pasado 30 de marzo.
El artista considera que su paso por Ceuta ha sido
“positivo” porque su obra ofreció “una concepción distinta
del arte, alejada de convencionalismos”. Además, se siente
“satisfecho” de que sus obras hayan sido expuestas en
Murallas Reales, “un espacio tan amplio que ha permitido que
un grueso de obras de años atrás estuvieran juntas en una
misma sala”. Sus trabajos se expusieron allí desde el pasado
30 de marzo y, aunque “sé que no ha venido toda la gente que
me hubiera gustado, los visitantes han preguntado sobre el
significado de las obras”, una mescolanza entre vanguardia y
tradición, ya que el epicentro de la expresión artística del
teutaní se encuentra en el Islam.
Por otro lado, agradeció la asistencia de los medios de
comunicación porque “a través de las fotografías y de las
imágenes de televisión se expandido información sobre mi
trabajo”.
Talleres con los niños
Sobre el encuentro que mantuvo con diversos colegiales de la
ciudad a mediados de abril para hablar sobre los métodos de
expresión artística, comentó que “fue una experiencia muy
nutritiva” ya que le permitió “conocer las inquietudes de
una población tan joven”, y pudo “enseñarles que el arte no
es algo que sólo está en los museos o en las galerías”, sino
que “cualquier persona de cualquier edad y condición puede
conseguir hasta en su casa dar rienda suelta a su
imaginación para crear un obra.
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