Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Ceuta
ha encontrado en el cementerio de Santa Catalina una
“infracción grave” en materia laboral. El organismo
dependiente del Ministerio de Trabajo ha concluido que por
parte de la Ciudad Autónoma hay “intencionalidad y fraude al
pretender eludir la realización de contratos indefinidos” a
seis peones. De hecho, dos de ellos vienen trabajando desde
el 1 de enero de 2005 con contrato de interinidad por una
sustitución.
Una denuncia sobre una posible cesión ilegal de empleados en
el centro de trabajo del Cementerio de Santa Catalina a la
empresa Marmolerías Troyano Martínez motivó en febrero
varias visitas de la Inspección Provincial de Trabajo y
Seguridad Social de Ceuta, la cual no detectó tal práctica,
pero sí que encontró irregularidades en los contratos
laborales de los trabajadores, así como multitud de
deficiencias medioambientales y sobre prevención y riesgos
en el trabajo.
Así, Inspección Provincial de Trabajo realizó el 19 de
febrero una visita a este centro de trabajo gestionado por
la Ciudad Autónoma, encontrando “irregularidades” en los
contratos de los empleados eventuales.
Por ello, solicitó a la Ciudad que aportara los contratos
laborales del personal no funcionarial que presta servicios
en el cementerio, ante lo cual comprobaron que hay seis
trabajadores eventuales por circunstancias “de la producción
e interinidad”, llegando dos de ellos a estar en esta
situación desde hace más de tres años.
Los seis trabajadores son peones del cementerio, cuatro de
ellos con contratos eventuales a causa de las necesidades
del servicio y dos de interinidad desde el 1 de enero de
2005. Además, la Inspección de Trabajo señala que “nada
refleja la causa de interinidad”, si bien en un principio
entraron a trabajar para realizaro una sustitución o cubrir
una vacante.
Entre los cuatro trabajadores eventuales, uno de ellos lo es
desde el 11 de septiembre del año 2007 y los otros tres
desde el pasado 16 de enero.
La Inspección apunta en su informe “la falta de
justificación del carácter eventual e interinidad de los
contratos concertados”.
Así, este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales recuerda que “la causa de la eventualidad
debe constar con precisión y claridad”, mientras que la
interinidad debe dar derecho a reserva del sustituido en el
puesto, cuya cobertura debe producirse tras el proceso de
selección o promoción. “No basta con una remisión genérica a
la norma ni tampoco una reproducción literal del mismo ni
con una alusión genérica al exceso de trabajo”, refleja
literalmente el informe realizado tras la inspección al
cementerio.
Por todo ello, Trabajo ha extendido un acta de infracción,
la cual tipifica como “grave” y concluye que ha habido
“intencionalidad y fraude, pues claramente se pretende
eludir la realización de contratos indefinidos” que afectan
a seis empleados del cementerio de Santa Catalina.
Aunque la Inspección ha investigado el cementerio civil, la
realidad es que los dos camposantos de la Ciudad Autónoma
tienen una situación de precariedad laboral muy alta, hasta
el punto de que en el de Sidi Embarek –sito en Los Rosales–
tan sólo uno de los trabajadores es fijo.
Los sindicatos han solicitado al Gobierno de la Ciudad que
ponga fin a la precariedad en el empleo en los dos
cementerios, de forma que se consoliden sus plazas de
trabajo a través de la oferta de empleo.
La situación en el Cementerio de Sidi Embarek es peor que en
el de Santa Catalina en lo que a la precariedad laboral de
sus trabajadores se refiere, ya que sólo uno de los
empleados es funcionario. Se trata además del encargado, que
recibe la denominación laboral de “guarda enterrador”,
enmarcado dentro de la última categoría funcionarial: la E.
En el Cementerio de Santa Catalina las cosas están un poco
mejor, ya que, aunque la precariedad es alta, no llega a la
temporalidad casi completa del camposanto de Sidi Embarek.
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“Riesgo grave” de incendio, al estar el depósito
de gasoil junto a los hornos crematorios
La actuación inspectora también
documentó multitud de deficiencias en materia preventiva en
el cementerio de Santa Catalina y en sus lugares de trabajo.
La más grave fue que el depósito de gasoil está junto a los
hornos, el cual se llena a diario mediante una cisterna sin
que exista un plan de autoprotección y emergencia, ni
extintores ni cualificación para su uso, por lo que
determinó que hay un “riesgo grave” de incendio. La
Inspección comprobó asimismo que en el taller Troyano
Martínez existía un riesgo de contacto eléctrico
considerable al estar el techo de la nave con agujeros y
abundante presencia de máquinas. El Cementerio de Santa
Catalina no tiene Evaluación Ambiental para el contenido de
los humos que salen de las chimeneas de los hornos
crematorios, que son negros cuando debieran ser blancos, por
lo que seguramente emanen dioxinas.
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