La llegada de un submarino nuclear norteamericano a la bahía
de Gibraltar no sólo ha levantado ampollas entre los
políticos y en el sector ecologista de Andalucía, sino que
desde Ceuta se ha vociferado en consecuencia. El grupo Los
Verdes opina que el hecho de que el gobierno británico
acepte la entrada de este sumergible, con el peligro de
contaminación que entraña, es un “insulto a España y una
falta de respeto a las relaciones” que ambos gobiernos
mantienen hasta el momento.
A menos de 48 horas desde que el submarino norteamericano de
propulsión nuclear ‘USS Florida’ echara el ancla en la bahía
de Gibraltar, su llegada ya ha levantado ampollas en el
entorno político y entre diversos colectivos ecologistas en
la ribera andaluza y que trabajan en la ciudad de Ceuta. El
primero en levantar la voz de alarma fue el colectivo
Greenpeace, que exigió al gobierno británico la retirada del
sumergible “por peligro de contaminación en caso de escapes
del reactor o accidente”. El representante de Ecologistas en
Acción en Algeciras, Antonio Muñoz, habló sobre la amenaza
armada de sumergible que “lleva torpedos MK-48 y 154 misiles
de crucero ‘tomahawak’ en 22 grupos de siete”.
El grupo Los Verdes de Ceuta afirmó, por su parte, que la
entrada en Gibraltar de embarcaciones con susceptibilidad de
contaminación es “una nota constante” y que esta actuación,
junto con la creciente actividad de bunkering- repostaje de
crudo en barcos- entraña un mal al que tanto andaluces como
ceutíes se enfrentan: El “envenenamiento de un agua que,
tras pasar por la desaladora, llega a nuestros hogares para
ser consumida”. Así lo expresó el portavoz del colectivo,
Juan Redondo, mostrando su indignación por “la falta de
respeto que demuestra Gibraltar al traer barcos con riesgo
de radiactividad”. Asegura que su grupo “pedirá a las
capitanías marítimas en Cádiz y en Ceuta un informe” que
determine el nivel de radiactividad en las embarcaciones que
anclen en el litoral andaluz o en el ceutí, y al Gobierno de
la nación que vigile la entrada de este tipo de barcos en
aguas “que vayan a ser consumidas por los españoles”, como
ya hizo formalmente en febrero de este año ante el
Parlamento Europeo para que el paso del Estrecho tenga
consideración de paso protegido con la correspondiente
limitación de avituallamiento en sus puertos.
Desplante político
El presidente del PP de Cádiz, José Loaiza, exigió al
Gobierno de Chaves que “plante cara, de una vez por todas, a
Gibraltar” e impida que estos submarinos “acampen a sus
anchas frente a costas gaditanas, una tomadura de pelo tanto
de la colonia como de la Junta”.
El parlamentario de IU Ignacio García, consideró
“inadmisible” la utilización del Peñón como base de
armamento nuclear de la OTAN, y exigió tanto al Gobierno
como a la Junta la declaración de Gibraltar como zona no
nuclear.
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