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sucesos - VIERNES, 9 DE MAYO DE 2008


juan morejón en la mañana de ayer. ep.

supuesto rapto
 

Las falsa alarma de rapto
de una menor movilizó a las
Fuerzas de Seguridad

La UDYCO instaló su centro de operaciones en el colegio Juan Morejón desde donde se coordinaron todas las medidas preventivas hasta esclarecer los hechos
 

CEUTA
Antonio Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad reaccionaron ayer coordinados ante la información relacionada sobre el supuesto rapto de una menor en las proximidades del colegio Juan Morejón. Un alumno de siete años había comentado a su profesora lo que presuntamente había visto. De inmediado se alertó a la Policía Nacional y se activó el protocolo de prevención con varios controles policiales en puntos estratégicos de la ciudad. La UDYCO estableció su centro de operaciones en el propio colegio y con la ayuda de los responsables del centro se repasó la lista de 480 alumnos para verificar que todo estaba bien.

Todo fue una falsa alarma, pero el rumor inundó no sólo Ceuta, sino que se extendió incluso por parte del país.

Todo empezó a las 08’30 de la mañana. Un alumno de Primaria dio aviso a su profesora de lo que presuntamente había visto: “Dos personas han metido en el maletero de un Mercedes verde a una niña y se han ido”. La alerta fue inmediata. Dos denuncias anteriores sobre intentos de rapto a menores mantenía a la Brigada Judicial de la Policía Nacional en estado de especial atención. De modo que todo fue rápido. La Policía Local, sobre el terreno batía las calles próximas buscando coincidencias en la descripción inicial del vehículo. Entre tanto frontera y puerto quedaban pertrechados de agentes y en diferentes puntos de la ciudad controles exhaustivos. En el operativo de prevención y búsqueda participaba Policía Nacional, Local y Guardia Civil.

Eso por las calles de Ceuta. En el CEIP Juan Morejón la situación primera de nerviosismo se traducía en una incesante llegada de padres que reaccionaban ante el ya extendido rumor pese a que el reloj señalaba las 09’15 de la mañana. Bajo presión, pero con responsabilidad y profesionalidad, la directora del centro, María Dolores Morcillo, la jefa de estudios, Encarnación Álvarez y el equipo de la Dirección del centro trabajaban bajo las órdenes del inspector Jefe de la UDYCO quien con su equipo había establecido su centro de operaciones allí mismo.

Agentes del GRUME [Grupo de Menores] escuchaban la primera versión de los supuestos hechos por boca del alumno que había alertado de la situación. Más tarde apareció otro joven que decía haber visto lo mismo, aunque esta segunda versión ya difería de la primera. Pese a todo, el trabajo continuaba. Con todos los alumnos en clase, los profesores de las 7 aulas de Infantil y las 13 de Primaria pasaban lista apuntando a aquellos alumnos que no habían ido esa mañana a clase. Uno a uno, el equipo directivo del centro fue localizando a los padres de éstos. El proceso se prolongó una media hora. Sobre las 09’45 horas llegaba hasta las instalaciones la consejera de Educación, Mabel Deu acompañada de Susana Román y Rabea Mohamed. Dentro la Policía trabajaba atenta a la cada vez mayor tensión que manaba fuera por unos padres extremadamente preocupados que ya habían conseguido casi acceder al interior. La situación era complicada y los rumores cada vez más dislocados acuciaban la poca paciencia ya de los progenitores. A las 10’00 horas se habían localizado a todos los alumnos que faltaron a clase menos a cuatro. De modo que con los nombres de estos cuatro y para calmar a los padres, la directora salió a tranquilizarlos nombrando a los cuatro alumnos aún por localizar. Ninguno de ellos tenía relación con los desesperados padres, así que, por tanto, sus hijos estaban bien y en clase. Fue la mejor solución. Los padres abandonaron las instalaciones y los trabajos se centraron en la búsqueda de estos cuatro alumnos que faltaban.

Varios vehículos patrulla acudieron a cada uno de los domicilios. La comunicación por radio tranquilizaba. El primero ya estaba localizado, el segundo habia cambiado de casa y sus padres no lo avisaron al centro [problemas]. Los otros dos eran hermanos y estaban en Marruecos. Así que se tardó algo más. Finalmente se halló al pequeño. Caso cerrado. No faltaba nadie en el Juan Morejón. Eran las 10’40 horas, aún así los responsables policiales volvieron a repasar la lista desde el inicio una vez más. A las 12’30 se desmontó el operativo.
 


La actuación policial fue rápida y coordinada

Circular por determinadas zonas de Ceuta más allá de las 09’00 horas de la mañana era complicado. Varios controles en zonas de obligado paso hacia los distintos distritos de la ciudad embutían la circulación complicando su fluidez. Las noticias sobre un presunto rapto movilizó el protocolo de máxima alerta policial para estos casos. De modo que Policía Local y Guardia Civil se emplearon conjuntamente con la Policía Nacional, cuya Unidad de Drogas y Crimen Organizado mantenía la coordinación del operativo conectada con la Jefatura Superior de Policía. Frontera y Puerto fue lo primero en blindarse. Sobre el terreno, agentes de la Benérita en sus respectivas demarcaciones, Policía Local [092, UIR y Tráfico] y Policía Nacional [Seguridad Ciudadana, Grupo de Menores, Información y Judicial] mantenían un amplio dispositivo hasta la verificación o no del presunto suceso. Los agentes del Grupo de Menores se entrevistaron con los padres del alumno que alertó del rapto porque no hubo tal.
 

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