El Consejo de Gobierno de la Federación Española de
Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) decidió el pasado 19
de abril dar luz verde a la constitución en Ceuta de la
primera delegación autonómica que constituye con “plena
autonomía de actuación” con Sadedrin Abdelkader como cabeza
visible y Mustafa Abdelkader como portavoz a falta de su
designación definitiva.
La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI)
que preside el ceutí Mohamed Ali, declarado hace años
persona non grata por la Asamblea de Ceuta a causa de sus
posiciones promarroquíes en la reivindicación anexionista
del país vecino sobre las ciudades autónomas, acordó el
pasado 19 de abril en la última reunión de su dirección
nacional designar a Sadedrin Abdelkader como delegado de la
que será su primera estructura regional “con plena autonomía
de actuación” de toda España.
A la espera de que se perfile su organigrama y demás normas
de funcionamiento el propio Abdelkader y el máximo
responsable de Luna Blanca, Mustafa Abdelkader, que al menos
provisionalmente oficia también como portavoz de la
Delegación, la estructura de la FEERI en Ceuta tendrá “su
propio perfil, carácter y forma” y operará “con
independencia absoluta de la Federación nacional”.
“Queremos hacer un trabajo adecuado para las necesidades y
los problemas de los musulmanes ceutíes”, explicaron los dos
Abdelkader, quienes señalaron como su objetivo prioritario
“defender y hacer llegar a la ciudadanía el mensaje del
auténtico Islam, el moderado”.
Ambos rechazaron entrar en cualquier polémica con la UCIDCE,
que actualmente agrupa al 90% de las asociaciones islámicas
ceutíes, y recordaron que la FEERI es “la otra parte, junto
a la UCIDE, de la Comisión Islámica de España”. “Este no es
un asunto de cantidad, sino de calidad, porque si nosotros
nos pusiésemos a fabricar entidades seríamos más”, explicó
Mustafa Abdelkader, quien defendió las “garantías” que da el
tener imames en las mezquitas ceutíes (“porque aquí no los
hay”) avalados por el Ministerio de Asuntos Religiosos
marroquí y su Consejo de Ulemas.
“Ese vínculo no es ningún problema, al menos para nosotros,
porque siempre será mejor contar con un imam que tenga el
beneplácito de la estructura de un país donde se practica un
Islam moderado y que sea conocido que no un desconocido
procedente de Egipto o Bangladesh”, opinó.
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