El Grupo Independiente Liberal
liderado por Antonio Sampietro concurrió a las elecciones
autonómicas de 1998 con la intención de trasladar a nuestra
ciudad el modelo de gestión de Marbella cosechando un
importante respaldo electoral frenado en principio, por un
acuerdo alcanzado entre el Partido Popular, Partido
Socialista y Partido Democrático y Social. No obstante, la
actuación de la diputa socialista, Susana Bermúdez
posibilitó a través de una moción de censura la llegada al
Gobierno de la Ciudad del GIL.
Hasta ese momento, el proyecto existente contemplado en el
plan urbanístico de la Manzana del Revellín, aprobado por
unanimidad en 1994, incluía un conservatorio, una escuela de
idioma, un auditorio y una biblioteca hasta que el 16 de
noviembre de 1999, el Ejecutivo de Sampietro comunicó al
arquitecto Álvaro Siza su intención de no continuar con este
plan urbanístico decidiendo el uso comercial de éste
argumentando que las necesidades culturales de los ceutíes
se reducían a un palacio de congresos y una plaza de toros.
Para ello, prepararon un pliego de condiciones a medida de
la empresa que conseguiría finalmente hacerse con la
subasta.
La llegada al Gobierno de la Ciudad de Juan Jesús Vivas
supuso retomar el proyecto inicial del prestigioso
arquitecto portugués recuperando el 83% de la parcela y el
70% del aprovechamiento urbanístico total, sin efectuar
desembolso alguno a favor de la propiedad privada
iniciándose los trabajos conducentes a la finalización de
esta emblemática y polémica obra. Debo señalar que el
proyecto actual se asemeja al aprobado en 1994 en cuanto a
las infraestructuras existentes.
Por tanto, los gobiernos de Juan Jesús Vivas han
posibilitado no solo recuperar la titularidad de la mayor
parte de los terrenos sino que, han sido capaces de
recuperar el proyecto inicial de Álvaro Siza sin coste
alguno para la Ciudad dotando a esta de unas ambiciosas
infraestructuras culturales fiscalizadas incluso por el
Tribunal de Cuentas que ataja cualquier indicio de
corrupción.
En definitiva, tras el cambio de titularidad producido en
los terrenos de la Manzana del Revellín protagonizado por el
Grupo Independiente Liberal la única opción viable para
recuperar el proyecto inicial y finalizarlo en el menor
tiempo posible ha sido el emprendido por el Ejecutivo de
Juan Jesús Vivas. Cualquier otra iniciativa habría supuesto
un importantísimo coste económico y de tiempo sufragado en
su totalidad por el pueblo de Ceuta.
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