La trágica lacra de la siniestralidad laboral se cobró ayer
su segunda víctima mortal en sólo cuatro días. En este caso
fue el ciudadano marroquí de 58 años A. D. R., según fuentes
cercanas a su familia con permiso de residencia, que
falleció al caerse desde el techo de la nave [concesión
número 22 de la Autoridad Portuaria] que se encuentra justo
detrás de la Comandancia de Marina. El operario, que se
desplomó al romperse la uralita sobre la trabajaba desde una
altura de seis metros sobre un automóvil, ingresó cadáver en
el hospital civil después de que un trabajador de Aliprox
reclamase la presencia de una ambulancia al ver el suceso.
Al muerto se le rompió la columna por el golpe y sufrió
múltiples contusiones craneales y torácicas, informaron
fuentes sanitarias. El caso ha sido puesto en manos del
Juzgado para esclarecer su situación laboral y contractual
en el tajo.
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