Dicen los que entienden que “la
unión hace la fuerza”. Este año el uno de mayo, no ha debido
ser entendido así, porque las centrales sindicales han
celebrado, ese día del trabajador, cada uno por su lado. CC.
OO con una manifestación que partió de la Plaza de África y
finalizó en la Plaza de los Reyes, ante Delegación del
Gobierno.
Bajo el lema “Exigimos compromiso con Ceuta”, CC. OO
pretende evidenciar la necesidad de que los ceutíes se
muestren más reivindicativos en la defensa de sus derechos y
en las mejoras de sus condiciones laborales.
UGT celebró el día del Trabajador en la Playa Benítez con
una fiesta mitin en la que el Secretario General, Antonio
Gil, participará en la realización de una gran paella que,
por supuesto, degustarán todos los presentes al acto.
Por su parte CSI – CSIF celebró por vez primera el Día del
Trabajador bajo su propia pancarta ya que, según su
coordinador, Manuel Domínguez “nadie les ha llamado, por lo
que irán por libres”.
Después de la manifestación, ofrecieron a todos los
trabajadores en general y a los afiliados y simpatizantes un
aperitivo en el bar. Los Pinchos Sin comentarios
Aunque cada central sindical hay decidido ir por su cuenta,
tanto CC. OO como UGT comparten prácticamente los mismos
planteamientos, como no podía ser de otra forma. Ambas
Centrales Sindicales insisten en la idea de la
transformación del sistema económico de Ceuta que permita la
creación de empleo y erradicar el paro.
Total que este año de gracia, porque el año va a tener cosas
muy graciosas que, a pesar de ser tan graciosas, no nos van
a hacer mucha gracia a los españoles de a pie, las centrales
sindicales decidieron hacer, cada una de ellas, la guerra
por su cuenta. No es ese el sistema, pues no hay anda más
claro que “la unión hace la fuerza”. Y como cada uno es cada
uno, y seis media docena, ellos sabrán los motivos que les
han llevado a celebrar el Día del Trabajador cada uno por su
lado, cuando su “guerra” reivindicativa se la misma. Los
derechos y la defensa de los trabajadores.
Como está la cosa como está, que la situación económica de
mí depauperado bolsillo le está saliendo telarañas, había
decidido hace acto de presencia en la Playa Benítez, donde
celebraba la UGT el Día del Trabajador y haberme comido un
plato de paella. A última hora desistí de hacerlo, a pesar
de mi amistad con Antonio Gil, no fuese que, al final
tuviese que cantar en el karaoke y se hubiese aguado la
fiesta, por la cantidad de agua que iba a caer, en cuanto
abriese la boca. Está visto y comprobado que hay siglos en
los que uno no está para nada ¡Ditan sean las papas con
bacalao!.
Otro año será, en cuanto me digan que han suspendido eso de
cantar mirando una pantalla. Por qué cantaré tan mal,
habiendo presentado tantos espectáculos flamencos o
relacionados con la copla.
Todo tiene una explicación, cantar es un arte y Dios no me
concedió ese arte que se necesita para cantar.
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