Es lo que han demostrado en el
primero de mayo las dos centrales sindicales, UGT y CCOO,
que cada una lo ha festejado como creía que era mejor, pero
por separado.
Lo decíamos hace unos días y seguimos pensando lo mismo: el
término REIVINDICACIÓN ha quedado relegado, única y
exclusivamente para un grupo muy reducido, y lo festivo es
lo que procuran disfrutar la mayoría.
En esto está acertado Antonio Gil cuando afirma que:”la
gente lo que quiere es que el 1 de mayo tenga un carácter
festivo”. Particularmente nunca hablé con Antonio Gil, eso,
al menos, creo yo, y mira por donde, en este asunto, tenemos
plena coincidencia.
Y añade algo más el secretario de UGT, al afirmar que “ lo
puramente reivindicativo lo venimos haciendo ambas centrales
sindicales bastante bien a lo largo del año”. Eso de
BASTANTE BIEN habría que matizarlo mucho, a lo mejor sin el
orden y la solvencia que debiera haber, y debe saber Antonio
Gil por donde voy, en estos momentos, camino que ellos están
ignorando.
En el bando contrario, he dicho bando, el secretario general
de Comisiones Obreras en Ceuta se mostraba satisfecho por la
participación, a pesar de ir solos en esta ocasión.
La participación en las manifestaciones del 1 de mayo, vaya
un sindicato solo o vayan los dos, varía lo que la afición
al fútbol, estando el primer equipo en segunda B, o en otra
categoría.
Hay lo que hay y si le ha salvado en esta ocasión “haber ido
en familia” ha sido el hecho de haber podido participar unas
fuerzas que, años atrás, no podían hacerlo.
Por tanto, satisfacción por el orden sí, por el número de
asistentes no debiera ser mucha, salvo que Aróstegui se
conforme con tan poco al estar acostumbrado a esas minorías
cada vez que concurre a unas elecciones municipales.
El dato anecdótico y que debe reconfortarnos a todos es que
la Guardia Civil se manifestó y, además, por primera vez sin
miedo a represalias. Y aquí hay que alabar el talante y la
cordura del secretario general de la AUGC, Juan Amado, al
manifestar:” por primera vez en la historia nos podemos
manifestar libremente sin miedo a las represalias, gracias
al estatuto laboral que ahora mismo tenemos, que es la Ley
de derechos y deberes”.
Hasta ahora y lo debo repetir una vez más, los deberes nunca
han faltado y nunca han fallado en la Guardia Civil. Los
derechos han sido, casi siempre, demasiado cortos, para lo
que ellos tenían que hacer y hacían. Yo deseo que con la
consecución de esos derechos, que bien merecidos tenían, no
dejen jamás de cumplir con sus deberes, que han sido siempre
la norma de este cuerpo.
Y aunque no sea sindicato de clase, también se dejó oír CSI-CSIF,
y así el coordinador, Manuel Domínguez, manifestaba que para
ellos el 1 de mayo será “ el primero de muchos más que van a
venir”.
Una vez más, frases huecas, que suenan pero que no tienen
profundidad, y es que un sindicato que aquí, desde hace
tiempo, ha perdido el norte, no sabe por donde salir para
encontrar un hueco al sol.
Tengo, mejor dicho tenía, muchas simpatías por CSIF, pero
desde hace años, cuatro o cinco, vi que aquí, al menos, no
había seriedad y eso se ha reflejado, y creo que se seguirá
reflejando en las urnas cada vez que concurren a unas
elecciones.
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