Uno de los primeros asuntos que se encontrará Chacón cuando
el próximo jueves tome posesión formalmente en las
instalaciones de la Plaza de los Reyes, será el de los
hindúes que, escapados, del CETI malviven en el campo, como
hace unos meses sucedió con un grupo de bangladeshíes.
La Delegación del Gobierno en Ceuta ha asegurado, a las
claras, pese a la situación de transición que se vive, que
el destino de los 67 inmigrantes indios que desde el pasado
día 7 de abril viven en un monte próximo al Centro Temporal
de Inmigrantes tras abandonar el Centro es la expulsión del
país. Así se ha mostrado de categórico la fuentes
gubernamentales consultadas.
Según ha informado un portavoz de la Delegación del
Gobierno, se aplicará la Ley de Extranjería, ya que todos
los integrantes del grupo entraron irregularmente en España
a través de Marruecos y “tienen que ser expulsados”.
La Delegación del Gobierno ha lamentado que los 67
inmigrantes lleven cerca de un mes viviendo a la intemperie,
en una medida de protesta que iniciaron 72 personas, aunque
cinco de ellos decidieron finalmente regresar al CETI.
Uno de los portavoces del grupo, Gurpreet B., ha asegurado a
la agencia de noticias EFE que se encuentran en ‘buenas
condiciones’ y que están comiendo gracias a la ‘buena
voluntad’ de los ciudadanos y de otros inmigrantes del CETI.
Los indios recuerdan que el año pasado un grupo de 33
inmigrantes de Bangladesh iniciaron una protesta similar y
todos ellos fueron enviados a la Península.
La Delegación del Gobierno, por su parte y para aclarar este
hecho, ha indicado que en ese caso se aplicó una medida de
gracia debido al terremoto que había sufrido su país de
origen.
En estos momentos se baraja una acción policial similar a la
llevada a cabo con los bangladeshíes, aunque en esta
ocasión, el resultado será la expulsión.
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