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OPINIÓN - SÁBADO, 3 DE MAYO DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

Desorden en RTVCE
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Decíamos ayer..., es decir, el 11 de noviembre de 2007, que Radio Televisión Ceuta se había convertido en La casa de tócame Roque. Un lugar en el cual hay mucha gente y existe un gran desorden.

Esta vez, Manuel González Bolorino, gerente de la cosa, se ha aprovechado de la guasa manifiesta que atesora el muchacho que narra los partidos de la Asociación Deportiva Ceuta para ajustar cuentas pendientes con él. Le tiene tanta hincha el gerente al tal Javier Navas, que, cegado en la disputa, ha caído en la misma trampa que él ha usado toda su vida como medio infalible de poner en entredicho a sus adversarios: grabarles la reyerta.

El tal Navas, que ha crecido en las ondas a la vera de Beatriz Palomo y también de Bolorino, ha aprendido lo peor de éste. De ella, de Beatriz, no sé que se le habrá pegado. Lo cierto es que el locutor se ha retratado cual persona de la que hay que desconfiar. Puesto que ha convertido el magnetofón en un colt justiciero. Mala cosa. Ya que a partir de ahora nadie se fiará de él ni para decirle que no sabe de fútbol ni una papa.

Lo de grabar la pelea mantenida con el gerente de RTVCE le ha servido al comentarista para ganar un juicio de falta y para que los sindicatos, cada uno por su cuenta y riesgo, le hayan dicho a Bolorino que su actitud no debe repetirse nunca más. Como si a éste le importara lo que digan los sindicatos.

Lo que sí debe importarle al gerente de la televisión pública es que se está haciendo viejo a pasos agigantados. Viejo de la chaveta. Quede claro. Lo digo porque sabiendo MGB que JN estaba esperándole, apoyado por parte del personal que lo animaba a que se rebelara contra las órdenes de quien es la mano derecha de Pedro Gordillo actualmente, se fue derecho al bulto y se quedó con las posaderas al aire.

No sé, y lo digo porque conozco al personaje, qué problemas tendría González Bolorino para haber actuado como un pardillo. Pues él, que presume a todas horas de quedarse con el personal, de pronto se convirtió en un incauto y quedó peor que la Chata de Cái. Unos dicen que iba alegre, muy alegre; lo que no me extraña si estaba acompañado por Pepe Jordán. Quien suele contagiar su optimismo a quienes le frecuentan. Incluso es capaz de hacerlo con los colegiados que suelen arbitrarles al primer equipo local. Sería injusto no reconocerle a Pepe sus habilidades.

Menos mal que Gordillo estaba atento a cuanto ocurría y le ha hecho a González Bolorino el quite del perdón. El vicepresidente del Gobierno me ha recordado a El Platanito; torero entre bufo y suicida; mientras Jaime Wahnnon se quedaba, como es ya habitual en él, detrás del olivo. Haciéndose el lipendi. Y es que el presidente del Consejo de Administración de la televisión pública está, según venimos viendo, para lo que está...

Resumiendo: que Javier Navas, el muchacho encargado de decirnos que fulano le pasa el balón a mengano y éste a zutano..., no ha aprendido todavía a obedecer las órdenes de su gerente. Y luego, si no está conforme, que se vaya con la grabadora al juzgado de guardia. Ya que nos ha demostrado que lo hace mejor que sus deberes profesionales. Que el gerente es un caso perdido. Porque padece el mal de Rousseau. Una pena. Y que Juan Vivas, con más autoridad que Gordillo, digo yo, ha de acabar con los muchos líos que existen en La casa de tócame Roque: RTVCE.
 

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