Hizo algo ‘El Nene’ durante los seis años que permaneció en
Marruecos para, escudándose en una nacionalidad marroquí,
evitar las causas pendientes que tenía con la Justicia
española? Según su abogado, no. Mohamed Taieb no renunció,
dice su letrado, a su nacionalidad española, pero lo cierto
es que desde el sábado pasado permanece en prisión
identificado como Mohamed El Ouazzani, el nombre por el que
se le conoce en Marruecos, como un marroquí más.
El hecho tiene una trascendencia vital en su posible
extradición a Marruecos. El convenio que en esa materia
firmaron el Reino de España y el marroquí en esa material el
30 de mayo de 1997 en Madrid lo deja bien claro en el
artículo 3 de su Título III: “Las Partes Contratantes no
concederán la extradición de sus nacionales respectivos”.
A continuación, el convenio señala que “la condición de
nacional se apreciará en relación con el momento en que se
hubiera cometido el delito por el que se solicita la
extradición”. Según el fax que remitió el Ministerio del
Interior tras su detención en Ceuta, el Procurador del Rey
alauita acusa a ‘El Nene’ de los delitos de evasión,
corrupción y complicidad, supuestamente cometidos (su
defensa lo niega) en diciembre del año pasado.
Desde entonces Mohamed Taieb tuvo la oportunidad de renovar
su Documento Nacional de Identidad (DNI) español hasta en
dos ocasiones: la primera en la Comisaría de Málaga y la
segunda en Ceuta. ¿Por qué, entonces, se dictó su ingreso en
prisión provisional bajo su identidad marroquí y no con la
española?
Según el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas la
cuestión de la nacionalidad marroquí está regulada por el
Código de 6 de septiembre de 1958, que dice que cuando la
madre tiene la nacionalidad marroquí el hijo tiene derecho a
la nacionalidad marroquí; si es su padre el nacional, el
hijo tiene derecho a la nacionalidad del país vecino siempre
que haya nacido en el país. Además, se puede ser marroquí
“por naturalización”, pero en todo caso está claro que
Marruecos considera nacionales a los musulmanes ceutíes y
melillenses.
¿Utilizó ‘El Nene’ esa ventaja para adoptar la nacionalidad
marroquí y evitar el chantaje al que, dicen algunas fuentes,
le sometían las autoridades marroquíes para evitar ser
deportado a España? Su abogado lo niega, pero tal vez lo
hizo sin quererlo siquiera, o al menos así lo interpretan
las autoridades españolas.
De acuerdo con la legislación la adquisición de la
nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas,
Guinea Ecuatorial o Portugal, no conlleva la pérdida de
nacionalidad española, pero con Marruecos no ocurre lo
mismo.
La letra pequeña de este jaleo dice que “la nacionalidad
española la pierden los emancipados que, residiendo
habitualmente en el extranjero “adquieran voluntariamente
otra nacionalidad o, “utilicen exclusivamente la
nacionalidad extranjera que tuviera atribuida antes de la
emancipación”.
“La pérdida”, completa, “se producirá una vez que
transcurran tres años a contar desde la adquisición de la
nacionalidad extranjera o desde la emancipación”. Sólo se
podrá evitar la pérdida “si dentro de plazo declaran su
voluntad de conservarla”. ¿Lo hizo?
Nadie lo sabe, aunque es posible que ‘El Nene’ también
tendría que haber pedido la marroquí. El Código de
nacionalidad del país vecino estipula que se perderá su
nacionalidad “cuando un nacional ingresa en la
administración pública de otro Estado, o cuando hace el
servicio militar en otro país”. ‘El Nene’, confirmó su
abogado anteayer, hizo la mili en España.
Más razones: “Entre los hechos ilícitos que pueden provocar
la pérdida de la nacionalidad marroquí”, estipula Rabat,
“están la tentativa de asesinar al Soberano o a un miembro
de su familia, los delitos contra la seguridad interna o
externa del Estado o los delitos punibles con una pena de
más de cinco años de prisión”. ‘El Nene’ fue sentenciado a
ocho años de cárcel.
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