A veces me cuesta un enorme
trabajo acertar a comprender, cómo teniendo la sartén por el
mango, aguantan carretas y carretones. De verdad no entiendo
a todos esos personajes, con mando que callan antes las
amenazas, los insultos de personajillos de poca monta, que
nada son ni nada representan en la sociedad ceutí y que, por
supuesto, terminarían desapareciendo del mapa, más de lo que
están, si no contasen con la ayuda de los caciquillos de
turno.
Esa es otra historia que tiene este pueblo, la conservación
de algún que otro casiquillo analfabeto, que al moverlos
echan bellotas. Y lo que me cuesta otro enorme trabajo es
comprender cómo algunos mandas, siguen alimentando sus
beneficios con prebendas a esos caciquillos que ya no pintan
nada y se dedican, de forma directa, sin ocultarse, a darle
todos los días a la vara, criticando a esos mandas e incluso
llegando al insulto.
Cómo, los mandas admiten todo eso, con lo fácil que es
acabar con estos caciquillos de pacotillas, que siguen
viviendo con el reloj prado desde antes de la llegada de la
democracia. La solución para quitarse a toda esa fauna de
encima, es echar lo que hay que echarle al asunto, poniendo
a cada uno en el lugar que le corresponde. ¡Anda que no hay
documentos para hacer usos de ellos y acabar con el asunto!.
La suerte, enorme suerte, que tiene toda esta fauna de
ignorantes y “sabelotodos”, que de nada saben, es que
servidor no manda nada, pues de tener un puesto de mando
habían desaparecido del mapa desde hace tiempo, con lo cual
le hacía un gran favor a esta tierra que está cansada de
todos estos “salva patrias de pacotilla” y de los que tienen
la solución para todos los problemas pero que, cuando
tuvieron poder no solucionaron, absolutamente, nada. Es más,
además de no solucionar ni un sólo problema, le crearon a
esta tierra y a sus habitantes unos problemas que la
ignorancia de ellos, hicieron pagar ciento de millones de
las antiguas pesetas a los ceutíes.
Y son estos “salva patrias”, “lumbreras” e “inteligencias
superdotadas”, los que se dedican a criticar las acciones de
los demás, cuando ellos son unos auténticos fracasados, unos
fiascos de la política, demagogos baratos que, jamás,
hicieron nada en beneficio de este pueblo, que no se merece
personajillos de esa categoría.
La culpa no es de ellos, la culpa es de quienes los
mantienen y hasta los suelen proteger. La pregunta del
millón sería ¿por qué los mantienen y por qué les permiten
esas criticas que llegan incluso al insulto personal?. Igual
se trata de algún síntoma de masoquismo o de poner paños
calientes ante ciertas actuaciones.
Eso de poner paños calientes o mirar hacia otro lado, es
signo inequívoco y evidente de cobardía, No vale el decir
que atacarles en su propio terreno es ponerse a su misma
altura. Eso es un escudo protector que usan todos los
cobardes para no poner freno a los asuntos que, además,
puede liquidar en menos que canta un gallo.
Todo eso, todo el soportar a estos parásitos, no me entra en
mi cabeza. En fin, amigo mío, no es mí problema.
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