Los estudiantes del instituto Abyla participantes en la
edición 2007/2008 de las Rutas Literarias siguieron los
pasos del poeta sevillano Antonio Machado durante su
estancia en la ciudad de Soria. El conocimiento y estudio de
la huella de uno de los grandes de la Generación del 98
inspiró en esta edición al certamen que anualmente organiza
el Ministerio de Educación y que, por tercer año consecutivo
tuvo al instituto Abyla como vencedor.
La visita a tierras sorianas comenzó un lunes. La expedición
marchó primero a la Plaza Mayor para luego continuar hasta
la Iglesia de Santo Domingo. Tanto en uno como otro lugar
pudieron contemplar monumentos con una arquitectura
románica. “La característica de este estilo es que cuenta
con arcos de medio punto”, espetó durante su explicación uno
de los alumnos. La emoción llegó pronto y es que en el
primer día el grupo ceutí visitó el cementerio donde se
encuentra la tumba de Leonor, la esposa de Antonio Machado a
la que conoció en tierras sorianas. Como si del día anterior
se tratara explicaron “la lluvia llegó y tuvimos que
cancelar alguna actividad”.
Al día siguiente continuó la ruta literaria. Esta vez el
marco fue la capilla de San Saturio, que luego dio lugar al
claustro de San Juan del Duero, según relataron los jóvenes
estudiantes. La visita a la laguna negra, cuyo nombre viene
de los árboles con hojas oscuras que se reflejan en el lago,
fue una de las que más recordarán. La presencia de la nieve
aderezó la visita y llenó de júbilo la expedición. Para un
ceutí la nieve es más que una novedad. Los niños lo pasaron
en grande haciendo bolas de nieve, aunque tales actividades
no estaban dentro del guión.
Otra de las localizaciones que pudieron contemplar fue la de
Berlanga de Duero, un pueblo cercano a este río y con gran
tradición. Una villa de aspecto medieval con vestigios de la
presencia de Fray Tomás. Allí, los jóvenes degustaron los
dulces típicos, los lagartos. Más adelante se desplazaron a
Burgo de Osma. Un pueblo que antiguamente estaba unido a
otro y que separó una disputa, según contó uno de los
escolares.
Ya el viernes, el que fue el último día completo de los
ceutíes en tierras castellano leonesas se produjo el
intercambio cultural que propicia este programa.
Tradicionalmente las Rutas Literarias están diseñadas para
que sean compartidas entre dos centros educativos. Este año
los ceutíes se juntaron con los menorquines del Biel Martí.
Juntos representaron una de las obras más características de
Antonio Machado. Juntos viajaron, durmieron, rieron y hasta
algún enamoramiento adolescente hubo. “Una experiencia
inolvidable”, tal y como confesaron. Pese a que el regreso
no fue el mejor (el puero de Algeciras estaba cerrado y
tuvieron que hacer noche en un hotel) “repetiríamos este
viaje una y mil veces”.
El viaje fue el plato fuerte del programa pero como todo,
tuvo una preparación previa. Esta se dió en las aulas del
Abyla. Las encargadas de tutorear a los participantes fueron
dos profesoras del centro, Loles Viruel y Sara Mañas. El
instituto consiguió con su proyecto de libro ilustrado sobre
las vivencias de Antonio Machado en Soria la carta de acceso
para esta edición de las Rutas Literarias.
Cada alumno escogió una obra del poeta sevillano para su
análisis. El objetivo era plasmar en un dibujo lo que alguna
de las poesías del escritor sugería a los alumnos. Una vez
elaborados los bocetos y dibujos, las profesoras programaron
una exposición, el motivo que ayer llevó a los medios de
comunicación al Abyla y por el cual todos los participantes
explicaron su experiencia.
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